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Una Raza Olvidada

SIGLOS DE HISTORIA

Mapa de Parras, en la que se incluye la Hacienda del Rosario, que por siglos fue propiedad de los marqueses de San Miguel de Aguayo. (Vito Alessio R. Coahuila y Texas en la Época Colonial. Editorial Cultura. 1938.

Mapa de Parras, en la que se incluye la Hacienda del Rosario, que por siglos fue propiedad de los marqueses de San Miguel de Aguayo. (Vito Alessio R. Coahuila y Texas en la Época Colonial. Editorial Cultura. 1938.

Gildardo Contreras Palacios.

La presencia de los negros de Angola y de otras naciones en la conformación de la región de Parras y La Laguna

Parte IV (Última)

D espués del siglo XVII, a la región de Parras ya no llegaron más individuos de raza negra, sin embargo, allí se quedaron sus descendientes, y tenían como asientos principales, como ya lo hemos mencionado, las haciendas de Arriba (del Rosario) y de Abajo (San Lorenzo). Aquellos descendientes de los antiguos esclavos, poco a poco fueron obteniendo su libertad por parte de sus dueños, y por lo general, se les mencionaba como mulatos, sin poner mucha atención en el tipo de las diversas mezclas raciales de las que provenían; dichos individuos residentes en la hacienda de Arriba, de cierta forma realizaban algunos movimientos poblacionales por cambio de residencia, ya que tenían que cubrir las necesidades laborales en las múltiples propiedades de los marqueses, que se situaban principalmente en la región de Mazapil, Bonanza, Cedros, Santa Helena, Patos, Castañuela, Parras y los ranchos de La Laguna.

En la hacienda de Arriba de Parras, a los citados individuos se les asignó para que construyeran sus habitaciones, un sector situado hacia el oriente de la estancia de los marqueses, contiguo al lado poniente del río de Guadalupe o arroyo de la Hacienda. Muchos(as) de ellos ya libres de la esclavitud, con el trascurrir de los años, contrajeron matrimonio con habitantes del pueblo de Parras y trasladaron su domicilio a dicho pueblo. En el año de 1700 se dieron en Parras, incluyendo las haciendas de Arriba y Abajo, los nacimientos de nueve mulatos libres, dos mulatos esclavos y un lobo; en 1710, nacieron 20 mulatos libres, siete mulatos esclavos y cinco lobos, y en 1720, nacieron 23 mulatos libres, dos mulatos esclavos y 11 lobos, según datos estadísticos tomados del trabajo del P. Churruca en su "Historia Antigua de Parras".

Damos un brinco en el tiempo y nos situamos en los inicios del siglo XIX, y de conformidad a la obra del padre Churruca, nos atrevimos a tomar los datos allí asentados, referentes a un censo económico y de población, levantado en el año de 1819 por la Intendencia de San Luís Potosí, a donde pertenecía la región del Sur de Coahuila, en los ramos de Hacienda y Guerra. Dicho censo abarcó: Patos (G. Cepeda), Parras, las haciendas del Rosario y de San Lorenzo y el pueblo del Álamo. No vamos a entrar en mucho detalle del citado censo, solo en el tema que nos ocupa. Para ese año se contaron en la villa de Parras 2,000 habitantes, 888 varones y 1,112 mujeres; de los cuales, eran europeos y españoles: 508 (231 y 277); mestizos y castizos: 979 (439 y 540); e individuos de origen africano (sic): 513 (218 y 295); cuyas ocupaciones principales eran las de labradores, zapateros, arrieros, obrajeros, albañiles, carpinteros y toneleros, barberos, músicos, plateros, herreros, panaderos, sombrereros, pastores, cocheros y dulceros y concluimos que el 26 % de la población era de ascendencia negra. Ahora bien en lo que se refiere a la hacienda del Rosario (de Arriba), contigua a Parras se contaron un total de 1,331 individuos, 716 hombres y 615 mujeres, de los cuales: 36 (30 y 6) eran europeos y españoles; 406 (211 y 195) eran indios: 231 (114 y 117) eran castizos y mestizos; y 648 (361 y 287) eran mulatos. Estos últimos representaban el 48 % del total de los habitantes de la hacienda. Los principales oficios desarrollados por sus pobladores eran los de labradores, vaqueros, pastores y artesanos. Por último tenemos la hacienda de San Lorenzo (de Abajo), en la cual se contaron 1,161 habitantes, 575 hombres y 586 mujeres, distribuidos de la siguiente forma: europeos y españoles 25 (13 y 12); indios, castizos y mestizos 965 (477 y 488); de origen africano (sic) 173 (85 y 88); representando estos el 15 % de la población de San Lorenzo. La mayoría de sus habitantes varones, eran peones y jornaleros. En conjunto podemos concluir que la villa de Parras y sus dos principales haciendas tenían un 30% de habitantes con ingredientes o ascendencia de la raza negra lo que resulta muy significativo en cuanto a la importancia poblacional que dichos individuos tuvieron en la conformación de dicha región en todos sus aspectos. Hoy en día muchos descendientes de aquellos individuos deambulan por las calles de Parras y en especial de la antigua hacienda del Rosario.

En nuestro estudio, deseamos separar lo que fue la región de la villa de Parras y la región propia de La Laguna, la cual para su principal desarrollo y formación, tuvo en la fundación del Álamo su principal aliciente.

Con la llegada a San José y Santiago del Álamo (Viesca), de la Compañía Volante de San Carlos de Parras, en el año de 1782, se generó en dicha región una importante migración con gente venida de diversos lugares del mismo Coahuila, Durango, Zacatecas y Chihuahua, principalmente, de donde eran originarios los milicianos que formaron parte de aquel especial cuerpo de vigilancia creado por el Primer Comandante de las Provincias Internas de la Nueva España, don Teodoro de Croix. Esto se dio porque los militares convocados no venían solos, sino que se hicieron acompañar de familiares de todo tipo, que deseaban estar cerca de los suyos. Los principales puntos de procedencia de dichos migrantes y de acuerdo a nuestras investigaciones, los localizamos en Cuencamé, Fresnillo, San Juan de Casta, Mapimí, Real de Nieves, Rio Grande, Chihuahua, La Sauceda Dgo., Valle de San Bartolomé, Sombrerete, Patos, Tagualilo, Agua Nueva en Saltillo, Coyote, San Pedro del Gallo, San Pedro Cerro Gordo en Guadalajara, Mazapil, Anelo en Saltillo, Bonanza, Cedros, Cuaguila, Teocaltiche, Peñón Blanco, Castañuela, San Fernando de la Monclova, etc., etc. El tema de esta migración lo trataremos en forma más completa en otro escrito posterior.

Para nuestro asunto, es necesario hacer notar que dentro de aquellos soldados y familiares, venía uno que otro mulato y lobo principalmente; lo que significó la llegada a la región del Álamo de un nuevo grupo de esa clase racial, que vino a incrementar el número de los que por acá ya vivían y moraban. Algunos de dichos milicianos y sus familiares, todavía siguieron hacia la región de San Antonio Béjar (Texas), cuando dicha compañía fue enviada para allá en el año de 1799.

Sin embargo aquella importante migración no fue la última que se dio en la región del Álamo, y por consiguiente en La Laguna, ya que en el trascurso de la década de los años cincuenta del siglo XIX, llegaron a lo que ya era la región de Viesca y Bustamente, algunos macogos, o indios seminales negros, quienes junto con algunas familias kikapu, en noviembre de 1849, partieron de Territorio Indio (Oklahoma) en la Unión Americana con destino a tierras mexicanas, con el fin de buscar la protección del gobierno mexicano y subsanar el despojo que habían sufrido, de sus tierras por parte de las autoridades norteamericanas y evitar principalmente el peligro de la esclavitud a que estaban expuestos constantemente. El presidente mexicano José Joaquín Herrera, admitió formalmente a dichas tribus en territorio mexicano y a sus miembros se les reconoció la ciudadanía mexicana, a cambio de que, y entre otras condiciones, sirviesen como defensa en las constantes incursiones de muertes y robos, que los comanches y otras tribus realizaban en el territorio nacional. En un principio los mascogos fueron ubicados en el Nacimiento lugar situado en la región de Múzquiz, Coah., y existen evidencias de que para 1856, ya estaba por acá en la región de La Laguna, un grupo de ellos al mando de Juan Caballo, quienes se encargaban de la vigilancia de las región de Viesca y la Laguna.

Sin embargo el grueso del grupo de los citados negros dejó formalmente el Nacimiento en mayo de 1859, eran cerca de ochenta individuos con sus familias, entre los que se incluían algunas personas de raza negra que no pertenecían a los mascogos. Su destino en un principio sería la hacienda de Hornos, sin embargo después serían reubicados en San Juan Bautista de los Mayranes, San Marcos y el Burro. Es probable que algún grupo de aquellos negros libertos que en ese tiempo ingresaron a nuestro país, llegasen a incursionar con sus familias por tierras laguneras un poco antes y se hayan establecido en algún rancho de la Laguna, ya que el 15 de mayo de 1853, se realizó en la iglesia del Apóstol Santiago de la villa de Viesca y Bustamente (Viesca, Coah), el bautizo de 12 menores de "clase africana", que según rezan los registros parroquiales provenían de "Colona", Estados Unidos (tal vez sea "Colonade" lugar situado en el centro del Estado de la Florida.) y quienes de sus padres no supieron dar razón. Ese día se bautizó a: Juan Bautista de Jesús, Ma. Del Refugio de Jesús, Pedro de Jesús, Manuel de Jesús, Ma. Dolores, Hilario de Jesús, Eduardo de Jesús, Felipa de Jesús, Juan de Jesús, Ma. Antonia, Ma. Apolonia de Jesús, Ma. Cecilia. Como padrinos de los bautizados figuraron personas "distinguidas" de Viesca.

Los mascogos dejaron la región a finales de 1869 y principios de 1870, sin embargo un grupo de ellos, encabezados por Felipe Álvarez, decidieron permanecer en la región y en especial en San Marcos, dicho individuo aún vivía en ese lugar en 1891 a la edad de 70 años. Con aquel antecedente, a algunos de sus habitantes con el tiempo se les conoció como los negros de San Marcos, lugar situado en las cercanías de San Pedro de las Colonias, Coah. Es claro suponer que aquellos mascogos, con el tiempo se relacionaron con los habitantes de la región, con lo que surgió una nueva mezcla interracial en la Laguna y fueron tronco de muchos laguneros de hoy.

Por último y para cerrar, tenemos que todavía en el año de 1895, se presentó, la llegada a la Villa del Torreón, de un grupo de cerca de 700 trabajadores negros, que venían de la Unión Americana a laborar en la Compañía Harvester de Tlahualilo. Fueron trasportados en ferrocarril y muchos de ellos no alcanzaron a poner pie en tierra, porque murieron en el trayecto, víctimas de la viruela, otros fueron retornados enfermos a sus tierras y unos muy pocos se quedaron en la región como obreros de dicha compañía. Esta noticia nos la comenta en forma más completa el doctor Manuel Terán Lira en su interesante Historia de Torreón.

A grandes rasgos, esto es un breve resumen sobre importante presencia negra en el desarrollo y conformación del suroeste de Coahuila. Individuos a los que jamás se les ha hecho alguna manifestación de agradecimiento, ni mucho menos se ha erigido en su nombre algún monumento que perpetúe su valiosa presencia en estas tierras de Parras y La Laguna.

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Fuentes:

*Agustín Churruca Peláez. Historia Antigua de Parras. El Popular 1989.

*Gildardo Contreras Palacios. Antecedentes a la Fundación del Torreón. ENORME. 1992.

*Manuel Terán Lira. Historia de Torreón. Macondo. 1991.

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Unas de las mezclas raciales de negros que más se dieron en la región. (Mexico y su Historia. Volumen 3. UTHEA, S.A DE C.V. 1984)
Unas de las mezclas raciales de negros que más se dieron en la región. (Mexico y su Historia. Volumen 3. UTHEA, S.A DE C.V. 1984)

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