Nosotros Desayunos Eventos Salud

La misión de San Pedro de La Laguna

SIGLOS DE HISTORIA

Primeras constancias signadas por el br. Matheo de Barraza en Parras. Enero de 1641.

Primeras constancias signadas por el br. Matheo de Barraza en Parras. Enero de 1641.

Gildardo Contreras Palacios

Para: Profr. José Reyes Mireles López. In Memoriam.

Cuarta parte.- Un libro de registros y otros datos.

"En la campaña que había emprendido el sr. Palafox en Puebla (Don Juan de Palafox y Mendoza), para quitar las doctrinas a los regulares, tuvo por émulo en Durango, al Ilustrísimo sr. Fco. Diego de Evia y Valdés O.S.B. que sostuvo largo pleito con los franciscanos y jesuitas en su diócesis, para dar a los clérigos las más florecientes doctrinas de aquéllos. No sabemos si por fuerza o por bien de la paz, se le cedieron en el año de 1652 todas nuestras misiones de La Laguna, sólo conservó la Compañía la residencia de Parras, sin la Administración de la parroquia…". (G. Decorme… La Obra de los Jesuitas…).

El 3 de enero de 1655, el bachiller José Márquez de los Ríos, cura vicario interino de San Pedro, por ausencia del titular don Juan Soltero Franco, recibió del padre Pedro Pantoja, visitador jesuita de las misiones de la región, los libros de bautismos, casamientos y entierros de dichas misiones por el periodo de 1603 a 1649. En el archivo parroquial de Parras (María y Matheo), no existen dichos registros, de San Pedro. Sólo hay uno dedicado en especial a San Pedro de la Laguna y San José de las Habas, que dan inicio en el año de 1653 y termina en el año de 1683, año de la desaparición de citada misión; sin embargo en dichos registros de Parras, existen algunas constancias en hojas entreveradas en los libros de dicha misión entre los años de 1630 y 1683, correspondientes a San Pedro, sin poderlas detectar plenamente. El libro en cuestión, contiene en su portadilla, la siguiente anotación: "Libro de Bautismos, Casamientos, Mortuorios de esta feligresía y parroquia de la Laguna de San Pedro, que está fundado el pueblo de San Joseph de las Habas (y rancherías…) y tiene su inicio desde que tomó posesión Clemente Martínez Rico, en propiedad por su Majestad, desde 31 de julio de 1653 y prosigue en adelante." "Así es que lo uno a lo otro se sucede, más, se van todos sin que nadie quede".

La primera anotación en dicho libro dice: "En el pueblo y doctrina de … , en siete días del mes de agosto de mil seiscientos y cincuenta y tres años, yo Clemente Martínez Rico, Presbítero, tomé posesión de cura interino de este beneficio de los laguneros y varios ranchos. Me lo dio el lic. Juan Soltero Franco, su último poseedor y ahora por ascenso beneficiado en propiedad del Valle y doctrina de Santa María de las Parras."

Las constancias anotadas en el citado libro fueron firmadas por: el licenciado Juan Soltero Franco (1653), presbítero Clemente Martínez Rico (1653-1679), Bachiller Joseph Márquez de los Ríos (1653-1659), Bernabé de Soto S.J. (1671), licenciado Alonso Muñiz (1672), bachiller Francisco Meneses (1679-1680), bachiller Francisco Argüello Medrano (1682) y cerró la época con el licenciado José Zamora (1682-1683). Los jesuitas aún administraban, algunos Sacramentos en la iglesia de San Pedro, no habían abandonado su casa e iglesia.

Los lugares o sitios mencionados en el libro se refieren a: rancho o puesto del Bayuco; puesto de (San Lucas) la Peña, "lugar a donde asistía don Alonso Vahanero y su gente"; puesto de San Joseph de las Habas, "lugar a donde asistían todos los laguneros" (lugar anexo a San Pedro); Rancho de Xoconotoca; hacienda de San Lorenzo; ranchería de Macegado; puesto de San Sebastián (del Pozo), ranchería de los cabezas, salineros y colorados; San Pedro de la Laguna, Hacienda de Andrada. En todos ellos había capilla, según información de los registros.

Las principales tribus existentes en la Laguna y sus contornos se refieren a: Baborigames, Bobayames, Bahaneros, Caipoas, Cocayames, Colorados, Cabezas, Huitaros, Laguneros, Mayranas, Mamarimamas, Tocas y Salineros.

Los nombres, apellidos y apodos utilizados, entre algunos de los moradores de San Pedro: Juan Gordo, Juan Arriero, Pedro Bellaco, Francisco Mezquitamal,, Juan de Alonso (a) el loco, Lorenzo (a) el cojo, Joseph (a) chepeladino, Pedro Mapuch, Juan Caioca, Domingo Ladino, Juan Martín, Francisco Xambu, Agustín Largo, Diego (a) el duende, Francisco Tuerto, Pedro Patuane, Dieguillo Manco, Frasquillo Xenque, Agustín Cocoyome, Juanota, Anota, Rodriguillo, Venturilla, Dieguillo, Gasparillo, Petrona, Mariquilla, Martincillo etc.

Aparecen también el nombre de algunas autoridades que por allí actuaron: Juan Gordo, fiscal (1653); Alejo, fiscal (1655); capitán Lorenzo Antonio (1656); don Alonso, capitán (1656); don Gaspar Hernández, gobernador (1657); Alexo Ventura, alguacil (1657); Agustín y Francisco, fiscales (1664); Pascual Villegas gobernador de San Pedro (1682); don Bernabé, gobernador (1681); Francisco Babayan, fiscal (1672); don Alonso Vahanero, gobernador (1672); don Santiago, Gobernador (1669); Domingo, gobernador (1666).

A pesar de, de las disposiciones, "de ser pueblo de indios y para indios", había algunos individuos españoles avecindados en San Pedro: Miguel de Rosas, Rodrigo García, Miguel Moreno Vala, Nicolás González, Matheo de Salazar, Antonio Guillén, Antonio Rodríguez y Juan de Salazar.

En los anteriores registros vemos claramente cómo se hace una separación clara de lo que era San Pedro de la Laguna o San Joseph de las Habas, primitiva cabecera de la región de la Laguna, con los demás puestos o sitios existentes, en los contornos del lago o bien en sitios un poco más apartados de ella, situados al oriente de Parras, como lo eran el Pozo y La Peña. No aparece Hornos, ni se mencionan sitios localizados río arriba, a no ser de San Lorenzo (de la Laguna); igualmente se hace una separación clara entre los laguneros, individuos que vivían en la laguna y sus contornos, y las otras tribus existentes en los sitios mencionados. Unos eran los laguneros y otros los demás, aunque fuesen de la misma región y lugares circundantes. No todos eran laguneros. Mucho menos había una integración territorial, que se quiera asemejar con la Comarca Lagunera, que hoy la conocemos.

A partir el año de 1641, cuando los Sacerdotes Jesuitas dejaron la administración de los pueblos y la misión de San Pedro de la Laguna y las que correspondían al partido de Parras, se dieron los primeros levantamientos de las tribus más belicosas de la región, las cuales habían estado en aparente paz, reducidas en los diversos pueblos y rancherías de los contornos del valle de las Parras y de la laguna de San Pedro. Aquellos levantamientos alcanzaron la región de Mapimí, Real de Minas que se despobló y fue abandonado por sus moradores, hacia el año de 1655, en donde se alzaron los salineros, tobosos, acodames y baborigames. Los diocesanos no fueron capaces de mantener la cordura y la atención debida entre los pobladores de los diversos asentamientos a donde llegaron, aún y cuando los jesuitas siguieron conservando su iglesia, casa, huerta y tierras de labor, tanto de San Pedro, como de Parras, no tenían injerencia alguna en la administración de sus parroquias. Con el paso de los años, el ataque e insultos de los indios "enemigos" se hicieron más frecuentes y sangrientos.

Para 1657, cuando muchos de los antiguos poblados indígenas creados por los jesuitas, habían desaparecido por causa de las agresiones de los "barbaros", el padre Gaspar de Contreras entró en pugna directa con el bachiller Juan Soltero Franco, en ese tiempo, titular de la parroquia de Parras, quien se presentó ante el obispo de Durango don Pedro Barrientos Lomelín, y solicitó su intervención para que se le entregasen la iglesia, las campanas, los ornamentos y las demás alhajas de las misiones de Parras y San Pedro; el titular de la Compañía de Durango, Diego Jiménez, ordenó al padre Roque Molina, que de San Pedro, solo entregara dos ornamentos enteros, una capa, una alba y amito, un misal y un cáliz. El padre Molina se resistió a efectuar dicha entrega, acatando la orden del padre provincial Juan del Real; sin embargo su sucesor Francisco Carbonelli ordenó se hiciese efectiva la entrega, el 19 de septiembre de 1666.

Para el año de 1674, los problemas entre religiosos y clérigos continuaron, en ese año, los diocesanos intentaron evitar que los jesuitas realizaran procesiones y entierros y trataban de despojarlos de sus cementerios de San Pedro y Parras. El 1 de septiembre de ese año, el padre rector de Durango, Bernabé Francisco Gutiérrez, ordenó al padre Bernabé de Soto, superior de la residencia de Parras, que con todo secreto pasara las alhajas de las iglesias de Parras y de San Pedro, al colegio de Durango, y que las viñas, casas y todos los demás bienes los vendiera o los rentara, o pusiese un mayordomo que las administrara. Esta última disposición no se llevó a cabo por haber disminuido los diocesanos en sus exigencias. El problema principal era, el que las autoridades eclesiásticas querían para sí, los bienes de los jesuitas. Es necesario aclarar que los jesuitas no podían poseer bienes en forma personal o individual, todo era de la Compañía, sin embargo, los clérigos diocesanos si los podían tener en lo personal y en lo familiar.

En el año de 1679, las autoridades civiles y religiosas de Durango, consideraron la posibilidad de abandonar la citada misión de San Pedro, ante los constantes ataques y agresiones de las naciones más bárbaras de la región, conformadas principalmente por los tobosos, cabezas y salineros, que tomaron el inmenso Bolsón de Mapimi, para su resguardo y refugio; para ello, el presbítero Francisco Meneses, cura interino de San Pedro, requirió al albacea del anterior párroco Clemente Martínez Rico, Cristóbal Ruiz de Avendaño, para que le entregase todas las "alhajas" y bienes de la parroquia de San Pedro. Las cuales consistían en lo siguiente:

-"Primeramente un incensario de plata, con naveta de lo mismo y cuchara que pesó siete marcos y una onza, todo nuevo. -Una (...) de plata sobredorada con su bolsa de seda encarnada y cordones de seda para llevar el viático a los enfermos. -Un cáliz de plata con su patena. -Una caja de hoja de lata con tres vasos de plata en que están los Santos óleos. -Una cajita de hoja de lata para llevar la extremaunción con su vidrio. -Dos cajuelas de madera en que traer los óleos de la Catedral. -Una peana de un santo Cristo de bronce en su cruz. -Cinco purificadores y dos corporales. -Un baulito de "lináloe" con su llave, cerradura y cantonera de hierro. -Un cuadro del Sr. Sn. Joseph. -Una pila de bautismos para el agua bendita. -Dos candelabros de latón. -Tres vinagretas de vidrio. -Una campanilla. -Dos misales. -Un libro encuadernado de los casamientos, entierros y bautizos. -Otro libro de pequeño. -Un farol de hoja de lata. -Un quitasol de hule con los santos crismas para llevar el viático a los enfermos. -Unos manteles de ruan. -Varios ornamentos con sus anexos. -Una pala de ruan, un alba de ruan llana. -Un molde de hacer hostias. -Cuatro taburetes de madera y vaqueta de Michoacán. -Una caja de madera de pino con su cerradura y llave. -Tres campanas, las dos buenas y una quebrada, que están en la Laguna a cargo del Gobernador." Todo lo anterior quedó en poder del padre Meneses, menos las campanas, lo que se entregaría a cualquier sucesor, o a quien el Señor Obispo mandara se le entregasen. Aquello acontecimientos eran el inicio de una retirada anunciada. Seguimos…

[email protected]

www.parrasylalaguna.com

BIBLIOGRAFÍA:

Gerard Decorme S.J. La Obra de los Jesuitas Mexicanos. Tomo III. 1941.

Gildardo Contreras Palacios. Antecedentes a la Fundación del Torreón. 1992.

Archivo María y Matheo de Parras. Libros de Registros. Fechas señaladas.

Biblioteca Nacional. Fondo Franciscano. Noticias y apuntes sobre la entrega de las misiones de Parras y San Pedro de la Laguna. 1749.

Archivo Histórico de Hidalgo del Parral. Sobre Religiosos Doctrineros en Parras. 1641.


Primitiva iglesia en una misión jesuita del norte novohispano. (Humarisa,Chih. Decorme…La Obra…)
Primitiva iglesia en una misión jesuita del norte novohispano. (Humarisa,Chih. Decorme…La Obra…)

Leer más de Nosotros

Escrito en: Siglos de Historia

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Nosotros

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Primeras constancias signadas por el br. Matheo de Barraza en Parras. Enero de 1641.

Clasificados

ID: 1270646

YouTube Facebook Twitter Instagram TikTok

elsiglo.mx