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Agustín de Escudero. Patriotismo, Libertad e Independencia en la Villa de Lerdo

SIGLOS DE HISTORIA

Periódico La América Independiente de Agustín de Escudero.
(ESPECIAL)

Periódico La América Independiente de Agustín de Escudero. (ESPECIAL)

Ing. Alejandro Ahumada Rodríguez

El 23 de setiembre de 1897, Agustín de Escudero fundó otro periódico llamado La América Independiente, teniendo la siguiente descripción: Periódico Semanal destinado a la defensa de los Intereses Americanos, con una temática muy diferente al de su otro periódico que compartían con la sociedad Filognóstica de la villa de Lerdo, "La Idea", seguida del texto: EDITOR Y RESPONSABLE J. A. DE ESCUDERO, ocupando lo ancho de la primera plana. Su temática fue enfocada y dirigida a temas como lo eran la independencia, derechos humanos, nacionalismo, justicia, equidad y todos estos basados en principios, convicción, forma de pensar y actuar del propio José Agustín de Escudero, tanto en lo local, enfocado en injusticias laborales y abusos de grandes hacendados, y en lo internacional se centró en Cuba, que desde el 24 de febrero de 1895 había iniciado su guerra de independencia con España.

En la Villa de Lerdo y la Comarca en general, tenían para esos momentos una comunidad española muy importante dedicados al comercio y agricultura con grandes extensiones.

El primer número de la América independiente comenzó con un artículo que a continuación se transcribe una parte, titulado: "Sentimiento Liberal Americano". No es odio a España, no!, los hijos nunca deben manchar su corazón odiando a su Madre; ni una lengua que expresa los sentimientos del alma en el rico idioma español, puede con este insultar su propia sangre. El odio a la tiranía ¿en que afecta la nacionalidad española?…

¡Pobre España!, insultar a esa desventurada nación en estos momentos sería un crimen y una cobardía, por eso los labios de nuestra juventud y de nuestro pueblo nos han manchado con el salvaje grito de muera España, pero sintiendo su amor por la libertad y la independencia del suelo americano han saludado unánimes al pabellón glorioso de la estrella solitaria, lanzando con toda la fuerza del sentimiento nacional un ¡Viva Cuba libre!..

El tema central de esta publicación mantuvo ese tono de exaltación a la libertad que se deseaba a Cuba, en la misma primera plana relata lo ocurrido en los días previos y los dedicados a la celebración de la Independencia Mexicana en la Villa de Lerdo, donde la voz de Agustín de Escudero y su pensar llegaba por medio de la América Independiente a la Comarca Lagunera y a diferentes partes del país. A continuación, un relato de los hechos en esos días con un ambiente de tensión publicado en ese primer número de La América Independiente.

En los sucesos del día quince y dieciséis

El ocho del que cursa (1897) la colonia española celebró por primera vez entre nosotros la fiesta de Covadonga que representa el principio de la lucha de España por su independencia del poder de los sarracenos (tribus árabes) iniciadas por el valor y arrojó de Pelayo; y esta fiesta fue celebrada en medio del mayor respeto de todos los mexicanos que concurrimos a los actos para que fuimos invitados, no solamente con voluntad, sino con verdadero regocijo.

Verdad es que del banquete se excluyó casi por completo al elemento mexicano, pero no obstante esta falta de atención, toda la sociedad se dio cita en los salones del hotel Madrid (en el centro de la Villa de Lerdo), y concurrió al baile dado en su obsequio, dejando aquella simpática fiesta, la más agradable impresión.

Esto auguraba que nuestra fiesta del quince sería vista por los españoles de la misma manera; podría hacer una fiesta humilde, pero siempre era la gran fiesta de la patria mexicana. La noche del quince, terminada la Jamaica (Venta de caridad que se organiza para obtener fondos para algún fin) y reunida la autoridad política con el ayuntamiento y con los miembros de la junta patriótica en el kiosco de la plaza, ocupó la tribuna el orador oficial nombrado para esta solemnidad.

Bastó sólo que hablase de las crueldades de la conquista para que unos cuantos españoles ignorantes, que seguros estamos desconocen por completo hasta la historia de su país, empezaran a silbar, faltando al respeto a la sociedad hospitalaria en que han encontrado abrigo y cariño; provocando, con justísima razón, el disgusto o indignación de un pueblo que en su propia dignidad nacional, no podía permitir tan espantoso ultraje, ni una burla tan cínica en un acto de suyo tan solemne y respetable. La policía les intimó con toda moderación que guardas en el orden y no interrumpiese en la ceremonia oficial; pero como en vez de obedecer, insistiesen con burlas y risotadas y aun con frases poco decentes, llegando al extremo de arrojar dos piedras pequeñas que cayeron a los pies del orador; el C. Jefe político dio orden para que fuesen arrojados del local vergonzosamente los que de una manera tan soez se conducían.

Este incidente bastó para que el pueblo en masa, acogiese la determinación de autoridad con una salva de aplausos y para que el orador del pueblo fuera frenéticamente aplaudido repetidas veces durante su discurso, y particularmente cuando se habló de la semejanza de la causa cubana con la nuestra. Terminada la solemnidad oficial, el pueblo justamente ofendido, ya por los silbidos ya por frases ofensivas a México dichas por uno de los alborotadores españoles, recorrió las calles vitoreando a México y a Cuba, a Hidalgo, Morelos, a Macedo y a Gómez (generales en la lucha de independencia cubana).

Viose a la bandera cubana por primera vez en nuestras calles en medio de una completa ovación, de vivas y aplausos. Los españoles revoltosos seguían atizando patrioterismo de horteras recién desembarcados, que se creían unos héroes porque arrancaban entre varios y a viva fuerza, a jóvenes mexicanos, indefensos, la bandera cubana de la solapa de la levita.

El pueblo no pudo menos que exaltarse con todos estos hechos y creció el entusiasmo: uniose a un inmenso grupo de pueblo la música que dejó oír la Marcha Maceo (marcha revolucionaria cubana de esa época dedicada al general Macedo en la lucha de independencia en Cuba) y el himno nacional, tocados sin cesar; y los gritos de viva México y Cuba libre se dejaban escuchar por todas partes. Terminada la ceremonia oficial del 16 verificada en el Parque Victoria a la que no concurrió la colonia española, y después de regresar la comitiva oficial a la plaza, estallaron de nuevo los vítores a México y a Cuba libre. Un grupo de jóvenes pidió permiso para recorrer las calles de la ciudad vitoreando a la libertad, el cual le fue concedido en virtud de que algunos ciudadanos respetables se comprometieron a acompañarles para que se guardase el orden público. A los acordes del himno y de la patria de la marcha "Maceo" siguió la profesión, llevando la bandera mexicana en medio de un júbilo indescriptible, vivando a México, a la libertad, a Cuba y al ilustre caudillo de la paz, General Porfirio Díaz.

No obstante al orden observado por el pueblo, los españoles del hotel Madrid mandaron quitar violentamente las banderas mexicanas que adornaban sus balcones, y ante este nuevo ultraje hecho a la enseña sacrosanta de la patria en el mismo día de sus glorias, el pueblo en masa, llegando hasta al frente del edificio que inmediatamente fue cerrado, lanzó como su única protesta, a tan villano ultraje el grito de ¡Viva México! ¡Viva Cuba libre! ¡Viva la libertad! ¡Viva y gran Maceo! Grupos de pueblo comenzaban a despedazar, indignados los farolillos de papel que adornaba la plaza sólo porque tenía los colores de la bandera española, pero se les detuvo en su obra de destrucción haciéndoles comprender que no se debía ofender a España. El primer número de la América Independiente concluyó con la transcripción de un discurso completo de José Agustín de Escudero que ocupó poco más de dos hojas haciendo alusión a la celebración del octogésimo séptimo aniversario de la independencia engrandeciendo los grandes hechos y sacrificios realizados por nuestros héroes que gestaron esa separación con España envuelto de mensajes de patriotismo y el gran significado que tiene la libertad. Las siguientes publicaciones de La América Independiente mantuvieron el mismo tono de crítica a favor de la libertad de Cuba siempre con la prudencia de mantener el respeto hacia España y su comunidad, sin embargo, a los españoles radicados en la Comarca y en el país que leían sus publicaciones les causaba enojó y malestar tanto al periódico como a su persona. La pluma directa de sus periódicos y de su actuar ya había causado animadversión en el gobierno de Durango y en el de Lerdo por la crítica en contra por su poco actuar para contrarrestar el desarrollo explosivo de Torreón, se le sumó a ese ambiente tenso otro malestar proveniente de la comunidad española por la crítica y apoyo a la independencia cubana como se mencionó líneas arriba. Pero esto no paró ahí, Escudero prosiguió con el señalamiento del abuso de los hacendados principalmente españoles, así como lo deja ver la siguiente transcripción de otro artículo de La América Independiente. Necesitamos el estudio y promulgación de una ley especial que mejore las tristes condiciones en el que vive la clase agricultora pobre, en la que cortando con mano firme los abusos y explotaciones de los propietarios y arrendadores de las tierras se les marquen sus deberes y obligaciones, así como las de los arrendatarios y parcioneros, aboliendo las llamadas tiendas de raya y los pagos por medio de boletas con que escandalosamente se defrauda a los jornaleros el fruto de su trabajo y se les condena a vivir en la más dura opresión y esclavitud como en los tiempos del feudalismo o de la conquista. Necesitamos finalmente una completa renovación de los llamados jefes de cuartel, teniéndose especial cuidado de que los nuevamente nombrados, sean independientes del servicio de las haciendas o ranchos, y que tengan una mediana ilustración y conocimientos, para que dejando de ser, como hasta aquí, los ciegos instrumentos de la voluntad y caprichos de sus amos, tenga en ellos la clase humilde de nuestro pueblo, segura garantía contra los que frecuentemente la tiranizan y puedan gozar de los beneficios de la ley respetando de sus propios derechos de hombres libres, sin propiedad su trabajo y su familia.

Esto es cuanto necesitamos, y estos o los medios que deben prudentemente adoptarse para alcanzar el progreso de nuestra naciente ciudad. El actual gobierno del estado ha dado ya la mitad del camino en los pocos meses que cuenta su administración. No se le ha ocultado que un pueblo compuesto de agricultores libres, nunca es pobre y que sólo puede llegar a serlo cuando el labrador convertido en esclavo, como aquí se le tiene, trabaja para otro que lo priva de lo que su tierra produce con su labor o cuando empleado en otras tareas de la de cultivar el suelo o cuando el crecimiento y multiplicación de las ciudades absorben y disminuyen la población agrícola. -J. Agustín Escudero.

Sus periódicos fueron el grito a la población de su parecer y el inicio de su actuar, sus acciones en defensa de los trabajadores fueron una extensión de su pluma comenzando el enfrentamiento personal con los hacendados principalmente españoles. Iniciando una revolución sin armas sino con movimientos meramente intelectuales a favor de los trabajadores oprimidos alejándolos con mejores condiciones de sus empleadores.

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