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Mis recuerdos como alumno del Instituto Francés de La Laguna

SIGLOS DE HISTORIA

Hno. Lasallista Luciano Rios. F.S.C.

Hno. Lasallista Luciano Rios. F.S.C.

LIC. JESÚS RAÚL VILLARREAL GONZÁLEZ

Quiero agradecer a la Sra. Yeye Romo por haberme invitado a participar en este proyecto, de las vivencias que tuvimos algunos de los que estudiamos en el Instituto Francés de La Laguna, al cual, yo ingresé en 1949 a 4to. año de primaria y comencé estando como interno, pues mi familia radicaba en San Pedro de las Colonias; en ese año, se inauguró la alberca olímpica, y uno de los principales personajes que la inauguraron fue el famoso clavadista olímpico mexicano, Joaquín Capilla, entre otros importantes deportistas de la época, el Gobernador del Estado de Durango era Don Enrique Torres Sánchez, padre de mi querido amigo Marcelo Torres Michell y abuelo de nuestro muy estimado ex diputado federal y ahora local, Marcelo Torres Cofiño; menciono esto, porque para nosotros no hubo otro gobernador, ya que acababa de entrar Don Enrique, quien permanentemente participaba en los eventos del colegio. Una fecha muy importante era el 1ero. de mayo, cuando el colegio hacía una gran fiesta deportiva y familiar, en la que se demostraba la gran organización que había y que se preparaba con mucho esmero, desde cuidar el área donde se realizaba, que con meses de anticipación se dejaba de utilizar el campo, para tener el pasto en las mejores condiciones.

Invariablemente Don Enrique, Gobernador del Estado, asistía a estos actos, así fue como estuvo presente en la inauguración de la alberca olímpica, que tenía como medida 50 x 25 metros lineales y 3 trampolines de 3, 5 y 10 metros de altura y dos botadores de 1 metro de altura, es decir, cumplía con las medidas reglamentarias olímpicas; como anécdota, mi querido amigo, Marcelo Torres Michell, que tenía en ese entonces no más de 12 años, se tiró del trampolín de 10 metros, lo que fue una hazaña muy importante, yo me llegué a subir solamente y lo vi, me bajé por la misma escalera por donde había subido. ¡Era una admirada hazaña tirarse de clavado a esa altura!

Para mí, la persona básica y fundamental del colegio en ese tiempo, fue el Hermano José Cervantes Hernández, quien nunca llegó a ser director, pero que todos sabíamos que era el alma que movía toda la organización del IFL. Pero si fue nombrado Provincial Distrito México Norte en los años 70' y Consejero General del Instituto de los Hermanos de Escuelas Cristianas, durante toda la década de los 80'. Veíamos que estaba en todo, en cuestión de organización de eventos y del área educativa. El director de mi época, fue el Hermano Aniceto Villalba, que fungió por muchos años en este puesto, y otra persona muy importante, fue nuestro prefecto del internado, a quien llamábamos Hermano Navarrete, y con mucho cariño le decíamos el míster, era para nosotros como un padre, manejaba los internos de 9 y 12 años de edad y nos defendía de los maestros que en algún momento cometían injusticias con algún castigo impropio a sus hijos los internos. Lo queríamos mucho, fue para nosotros como un padre.

De mis compañeros, que los veo muy seguido y que estuvimos desde 4to. hasta 3ero. de secundaria, tengo muy buenos recuerdos de amistad y compañerismo, sería imposible mencionarlos a todos. Pero seguimos reuniéndonos el 1er. sábado de cada mes, en un desayuno que se ha hecho tradicional, entre otros, está mi querido amigo Salomón Issa Murra, fallecido hace un tiempo, muy estimado y querido amigo, Joaquín Echávez Valverde, además de Luis Aguilar Valdez, Jorge Anaya Rojo, Carlos Santos Romo y muchos más, donde al transcurso del tiempo, nos tocó estar juntos en el IFL donde nos conocimos.

Se acerca el aniversario, donde el colegio cumple 80 años de su fundación y debemos todos participar en los eventos que se están organizando, creo que será una excelente oportunidad de poder vernos y recordar los viejos tiempos.

Quiero dejar constancia de un maestro, Hermano Lasallista, el Sr. Luciano Ríos, que lo conocimos siempre como el teacher, porque él había estudiado en Estados Unidos; fue el organizador del equipo de futbol americano, manejaba la librería y era el organizador de la Mesa Directiva de los alumnos del colegio, un maestro de gran trascendencia y que dejó una huella imborrable.

Yo ingresé al Instituto en 1949 a 4to. año de primaria, donde estuve primaria y secundaria, terminé tercero de secundaria en 1955-1956, para seguir en la preparatoria del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, ya que ese año, empezó la preparatoria en el Francés, pero por una omisión no supimos, cuando mi querido amigo Jaime Cantú Charles y yo, que se iba abrir la preparatoria, pero ya habíamos tomado la decisión y teníamos todo preparado para irnos al Tecnológico. Mi ingreso al Instituto Francés fue directo al internado, que resultó una experiencia muy a favor de las personas que estábamos en esa condición, ya que era una formación de mucha disciplina; yo tenía 9 años de edad, y cuando veo a mis nietos que tienen 9 años, no puedo creer que a esa edad yo hubiera estado interno, vivíamos en San Pedro de las Colonias y de allá venimos como internos los 3 hermanos Garza Sada, Gerardo, Rodolfo y Javier; Donato Gutiérrez; los hermanos Ernesto y Humberto Ocaranza, y así como nos pasó a nosotros que éramos de San Pedro, les pasó a amigos que eran de Monterrey, Saltillo, Chihuahua, Durango y de quien me acuerdo de una forma especial, que venía de Río Grande, Zacatecas, a Roberto Nahle Hernández, grupo que nos conocimos en el Francés siendo internos y seguimos en la preparatoria y en la profesional del Tecnológico de Monterrey, hicimos una gran amistad, llegamos a ser compadres y desgraciadamente hace algunos años falleció. La vida en el internado no era fácil, pues diariamente nos levantábamos a las 6 de la mañana para ir a misa y el resto del día era asistir a clases, hacer tareas y cumplir con otros menesteres que era obligatorio realizar, tales como: ir diario a la alberca, nadar en plan de ejercicio, había que estudiar y hacer tareas, porque cada semana teníamos los resultados de las calificaciones, era un colegio sumamente disciplinado y todo contaba para calificar el aprovechamiento.

El Sr. José Cervantes Hernández, Hermano Lasallista como ya dije anteriormente, era el alma del colegio y organizaba todos los eventos. Yo siempre tuve muchas inquietudes de tantas actividades que estaban dentro del IFL, el área deportiva era sumamente importante y se promovía mucho el futbol soccer, cuando se hacían los equipos, a mí nunca me escogían, pues obviamente no tenía facultades para el futbol, ni aun cuando mi mamá me compró el balón tratando de resolver este problema, me quedaba solo con mi balón; tuve que tomar entonces otras alternativas y así pertenecí a la Congregación Mariana, fui tambor en la Banda de Guerra, nunca pude prosperar en la Banda de Música, fui Presidente de la Sociedad de Alumnos y director del periódico Simiente… y la más trascendental, es que fui campanero!

Esta actividad fue sumamente importante, porque diariamente tenía que dar la entrada y salida de clases, desde el lunes hasta el viernes, en la mañana y en la tarde. Era obligatorio para mí estar con el horario preciso de entradas y salidas, además de los recreos, que había que controlarlos por el sonido de la campana. Todo esto es parte importante de nuestra formación, pues tenía que ser hecho con mucha exactitud y disciplina. Tuvimos en estos años profesores que exigían pulcritud y limpieza en todo lo que se escribía como tareas, que no se había inventado la pluma atómica y todos escribían con tinta, ya fuera con manguillo o con pluma fuente, tener una pluma fuente era un lujo, pues su costo estaba fuera de nuestro presupuesto, entonces, no teníamos otro camino que utilizar el manguillo con su respectivo tintero, este sistema se tenía que utilizar con mucho cuidado, ya que fácilmente se corría la tinta y se manchaba la hoja, había profesores que por ningún motivo permitían que hubiera una mancha en la tarea.

Cada año, cuando menos una vez, se tenía una visita de un Hermano que venía a hacernos pruebas tanto de aritmética como de gramática, nos hacia el dictado de palabras y algo que nunca se nos olvidó, es cuando decía "adherencia" y nos hacia la observación "mucho cuidado con la h", este ejercicio era calificado por él en cada grupo y al final de su visita, daba los resultados. Los que no éramos buenos estudiantes, le reclamábamos que apenas en la aritmética estábamos aprendiendo a sumar con números y ya nos habían hecho el cambio a sumar letras, que eso no se valía.

Todas estas cosas y muchas más que quedaron en la memoria, como algo muy positivo, como recuerdos imborrables, de una niñez que añoro tremendamente ahora a mis 78 años de edad. Gracias a Dios tuve a mis hijos, a mis nietos y a mis nietas y a la fecha hasta un bisnieto que hacen vivir y recordar esos tiempos.

Me considero afortunado por tener la experiencia de haber estado en este colegio y en especial en el internado, porque nos hicimos de muchas amistades profundas y fraternas, que en el tiempo, cada quien realizó su vida en su profesión, en su matrimonio y en la formación de su familia. Cada vez que nos vemos y nos encontramos, nos saludamos con mucha estima y cariño.

Hno. Lasallista José Cervantes. F.S.C.
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Alberca olímpica IFL.
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