El nuevo hospital se construyó en la pasada administración estatal.
La senadora de Morena por Durango en la cámara alta del Poder Legislativo federal, Margarita Valdez Martínez, dijo que insistirá en la apertura del nuevo Hospital Regional de Especialidades de Gómez Palacio, pues el equipo médico que se encuentra en este edificio se está echando a perder además de que "se lo están rateando".
Mencionó que la operación de esta institución médica es una gestión de la Federación y del Gobierno del Estado y que a ella lo único que le toca hacer es insistir.
"Insistir e insistir que ese hospital es necesario para la región, va a venir a resolver mucho. Yo lo conocí ahora que entré al puesto, el secretario de Salud me invitó, es de última generación, los muebles, los aparatos, ¿saben qué está pasando con ellos?, se están echando a perder y lo que me comunicaban el otro día, se los están 'rateando', por favor", expresó.
La integrante de la Comisión de Salud en el senado, indicó que el nuevo Hospital debe abrirse este año, pues vendrá a satisfacer las necesidades de los usuarios.
"Me gustaría mucho que el área de Oncología estuviera de primera, tenemos mucho cáncer en esta región que no debemos de tener", afirmó.
El pasado jueves, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, señaló que hay 300 hospitales en el país que están "abandonados", entre ellos el Hospital de Especialidades con Oncología de Gómez Palacio.
El jefe del Ejecutivo federal dijo que en sexenios pasados no hubo presupuesto para equiparlos ni para operarlos. Acusó que muchas de las irregularidades para frenar el funcionamiento de todas estas instituciones médicas obedecen a la corrupción en la asignación de contratos a empresas constructoras.
Por su parte, el gobernador de Durango, José Rosas Aispuro Torres, dijo que el Hospital de Gómez Palacio "no está detenido, no es que no se haya abierto por corrupción". Indicó que en su momento se terminó toda la infraestructura física y se compró una parte del equipo pero que es insuficiente para iniciar con la atención al público.
Mientras tanto, el Hospital General B, que atiende a la población sin seguridad social, está rebasado en su capacidad física, humana y material para atender a los beneficiarios.
Sus instalaciones de más de 60 años de antigüedad, ya presentan daños estructurales en cimientos y muros, hay un deterioro generalizado y el espacio que ocupa es insuficiente para atender una demanda de servicios de salud en crecimiento.