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Héroes contra el cáncer

Andy y Almita libran duras batallas contra enfermedad y salen victoriosos

Almita y Andy, ambos diagnosticados con cáncer, han logrado tocar la 'campana de la vida', para anunciar que su lucha contra la enfermedad ha rendido frutos.

Almita y Andy, ambos diagnosticados con cáncer, han logrado tocar la 'campana de la vida', para anunciar que su lucha contra la enfermedad ha rendido frutos.

GUADALUPE MIRANDA

En medio de la crisis por la falta de medicamentos contra el cáncer en el Instituto Mexicano del Seguro Social, aún se pueden escribir historias de éxito. Andy y Almita, son prueba viviente de ello. Gracias a que han terminado su tratamiento contra la enfermedad, han podido tocar la "campana de la vida", para anunciar a todos que su batalla ha dado frutos.

Para el pequeño Andy no fue fácil. Su madre, Karina Cordero, cuenta que el pequeño de cinco años de edad, ha tocado la "campana de la vida" en dos ocasiones, sonido que los ha llenado de felicidad después de semanas y meses que parecieran interminables.

Cuenta que la lucha contra los bichitos, como él les llama, comenzó cuando tenía tan sólo dos años y medio de edad. "Se lo detectamos en diciembre del 2016; estábamos viendo películas cuando le vi una manchita rara en el ojo (izquierdo), una luz muy rara, en lo que es la retina. El 30 de diciembre le dio una temperatura de 40 grados pero no había nada de infección, entonces nos empezamos a alarmar y la mancha se le notaba más".

Su pupila se había tornado de color blanco, a lo que se le conoce como ojo leucocórico.

De inmediato acudieron a la fundación oftalmológica. El médico tratante les explicó que podría tratarse desde un desprendimiento de la retina hasta un tumor. Fue a través de un ultrasonido ocular que se descubrió una masa adentro de la retina. Fue entonces que iniciaron los trámites en el Seguro Social para su tratamiento.

En la institución, se le diagnosticó como tumor maligno, conocido como retinoblastoma y era necesario quitarlo con todo y su ojo para evitar que corriera por el nervio óptico y llegara al cerebro o bien, dañara el otro ojo.

El 20 de febrero de 2017, el pequeño fue sometido a una enucleación, que consiste en la extracción total del globo ocular. Y la lucha seguía para el pequeño. Y es que para evitar una recaída, fue necesario someterlo a ciclos de quimioterapia. Iniciaron el 15 de marzo y terminaron el 17 de junio, aquí fue cuando tocó la campana de la vida por primera vez. "Fue muy bonito porque estaba tan chiquito y el tratamiento fue rápido, nos dio mucha emoción tanto para él como para nosotros".

Pero la calma duró sólo un año y medio, el mal había regresado. En una resonancia de rutina salió una nueva masa. Para entonces, el pequeño ya utilizaba una prótesis ocular. Esta vez el tratamiento lo llevó en Monterrey, debido a la complejidad de su caso, ya que requería especialistas en órbita.

El pequeño Andy fue sometido a una exenteración orbitaria, dejándolo con un hueco de unos 7 centímetros de profundidad. Aunque esta vez fue más impactante para el menor, ahora vive feliz, pues por segunda ocasión pudo tocar la campana.

DESABASTO

Antes de lograrlo, la familia de Andy también sufrió por la falta de medicamentos oncológicos en la clínica 71 del IMSS. Aunque el nuevo ciclo, que consistía esta vez en 8 quimioterapias y 17 radiaciones, las inició en la ciudad de México, el tratamiento lo terminó en Torreón.

"Cuando llegamos le faltaban 2 (quimioterapias), él se iba internar el 3 de enero (del 2020) y ya estando en piso, el oncólogo sube y dice: tengo que dar de alta a Andrés. Pensé que algo malo había salido en el estudio, pero me dice que no hay medicamentos, que de los tres medicamentos".

Pero ante el temor de una nueva recaída, que podría ser fatal, solicitó ayuda a través de las redes sociales. " Una persona anónima nos donó el medicamento, fue un ángel que llegó", dijo Karina, pues donó todo el medicamento que requería para ser dado de alta.

ALMITA

La lucha de la pequeña Alma, de siete años, comenzó en octubre de 2019.

Fue una macha, como un piquete de araña, según explica su madre, Alma Carrillo, en su rodilla izquierda como todo inició.

Obtener el diagnóstico también fue una lucha para su familia.

Su madre, recuerda que debido a que la bolita comenzó a tomar grandes dimensiones, trató de buscar una cita en el IMSS en Fresnillo, de donde son originarios, sin éxito.

La doctora, según comenta, sólo atendía a tres pacientes y ya no quería atender a más.

Tras solicitar la intervención del director, la doctora la pudo atender, "Cuando la pasan le ve la bola y dice 'esto es otra cosa'. Le mandan hacer estudios y unas radiografías, pero no había lugar sino hasta noviembre y dije, ¿cómo me voy a esperar si la bolita va a estar muy grande?", cuenta Alma.

Fue por fuera de la institución que se realizaron todos los estudios y se enviaron al Seguro Social para obtener un diagnóstico. Pero durante una semana, la familia de Almita viajó de Torreón a Zacatecas y así, "porque nadie nos quería decir nada". Fue en Zacatecas cuando le ordenaron una biopsia, que realizó una doctora de nombre Mayra, a quien recuerda con mucho respeto y cariño.

Y es que la doctora únicamente realizaría la biopsia para confirmar el diagnóstico de cáncer, pero al abrir la pierna, el tumor había alcanzado más de 15 centímetros y se había logrado extender hasta la ingle.

"El tumor había agarrado todas las venas, me dijeron que si la niña salía del quirófano, sería un milagro de Dios", y así fue, la pequeña pudo salvar su pierna.

Al día siguiente fue traslada a Torreón, junto con su madre, "yo tuve que traerme el tumor de mi hija para que lo examinaran, ellos debieron haberlo mandado pero no lo hicieron, no me lo pusieron ni en hielera", relató.

Al llegar les informaron que se trataba de cáncer "muy agresivo", dijo. De inmediato inició con su tratamiento de quimioterapia y radioterapia.

En noviembre enfrentó la descompostura del equipo, por lo que fue necesario permanecer en Torreón, para su espera. Una familia en Ciudad Lerdo, les dio cobijo sin pedir nada a cambio.

Y en enero, enfrentó el desabasto, "le fallaron dos quimios por falta de medicamentos":

Gracias a la intervención de la Asociación Civil Salvemos Héroes, la pequeña Almita pudo continuar con su tratamiento.

El 27 de enero, Almita pudo tocar la "campana de la vida", para anunciar que su tratamiento de radioterapia había terminado.

COMO HÉROES

Como un tributo a los pequeños que día a día luchan contra el cáncer, la asociación Salvemos Héroes realizará una galería en donde los protagonistas serán los pequeños disfrazados de superhéroes.

La cita es este 15 de febrero, fecha en la que se conmemora el Día Internacional del Cáncer infantil, en punto de las 16:00 horas en Galerías Laguna. Invitan a la ciudadanía en general, a disfrutar de las imágenes, que son obra de 10 artistas laguneros que se sumaron a la causa de forma altruista.

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