ÉSTAS ERAN DOS LÍNEAS PARALELAS.
Las líneas paralelas, afirman los geómetras, no pueden juntarse ni aunque se prolonguen hasta el infinito.
Las líneas paralelas de mi historia, sin embargo, se enamoraron una de la otra. Su amor las hizo fundirse una en la otra. Así se prolongaron en el infinito.
El infinito las admitió porque parecían una sola línea. Pero son dos. Son líneas paralelas enamoradas.
"Amor omnia vincit", decían los latinos. El amor todo lo vence.
El amor unió a las líneas paralelas en tal forma que juntas llegaron como una sola al infinito.
Ahí están ahora. Ahí viven su infinito amor.
Eso no lo saben los geómetras.
Los geómetras saben muchas cosas, pero el amor no es su tema.
Y el amor es un tema tan grande que abarca todas las geometrías.
Abarca incluso al infinito.
¡Hasta mañana!...