De las 600,000 defunciones que se registran en México anualmente, el 35 % lo maneja la iniciativa privada.
Las funerarias mexicanas han detectado un aumento de trabajo de hasta un 20 % a raíz de la crisis del coronavirus, si bien el alza de servicios es todavía asumible para ellas, a la vez que piden a los ciudadanos prevenirse ante el posible fallecimiento de algunos de sus seres queridos.
"Existe preocupación, sin duda. Nuestro conteo empezó el 24 de marzo y al 6 de abril atendimos 40 muertes por problemas respiratorios, 17 por coronavirus y 23 por neumonías atípicas", dijo Manuel Ramírez, director general de la cadena de funerarias J. García López.
Sin embargo, explicó que no han visto un incremento significativo en el número de muertes, "apenas se está notando, quizá de un 20 % más de servicios, algo que no alarma todavía", manifestó.
Las cifras resultan significativas si se toma en cuenta que, de las 600,000 defunciones que se registran en México anualmente, el 35 % los maneja la iniciativa privada.
"Estaríamos hablando que 1 de cada 3 muertes por COVID-19 llegarán a nuestras funerarias", dijo Ramírez.
Hasta este viernes en México, el número oficial de casos de COVID-19 era de 3,844, con un total de 233 fallecidos.
REFUERZAN MEDIDAS DE SANIDAD POR VIRUS
Ante las muertes que se han presentado en el caso específico del COVID-19, Ramírez explicó que han incrementado y fortalecido las medidas de sanitización que ya de por sí tomaban como funeraria para atender defunciones por cuestiones como influenza, Hepatitis C o VIH.
No obstante, dijo que la Secretaría de Salud les ha recomendado que todos los fallecimientos provocados por neumonía de cualquier tipo se les dé el mismo tratamiento que el que se hace por coronavirus.
"No sabemos los fallecidos por esta patología en su certificado se les pudo o no practicar la prueba de COVID-19, por eso deben tener el mismo protocolo", explicó.
Si bien reconoció que las medidas de protección son las mismas que antes en su personal, explicó que están capacitados para trasladar restos humanos, para lo que cuentan con equipo de protección personal.
Al cuerpo, afirmó, se le hace un proceso de embalsamamiento, conservación y desinfección para que pueda ser presentado a sus familiares.
El funeral también se realiza con las medidas de protección necesarias, no se permiten abrazos, ni besos, sanitizan y desinfectan todas las áreas comunes y no permiten la presencia de muchas personas en la capilla.
"Estamos a un 20-30 % de la capacidad, para que las personas se puedan despedir y quienes mueren tengan un adiós digno", manifestó.