EDITORIAL Sergio Sarmiento Caricatura Editorial Columna editoriales

Verdades y Rumores

Verdades y rumores

Verdades y rumores

Verdades y rumores

EL AGENTE 007

El tema de la salud en plena contingencia sanitaria por el implacable coronavirus es tan delicado como espinoso, aunque no todas las autoridades lo ven de la misma forma. La semana pasada el "góber" de la provincia de Coahuila, Miguel Riquelme, hizo un "amigable" llamado a todos los alcaldes de la entidad para que se sumaran a los protocolos de movilidad y aislamiento, no sin antes recordarles que en caso de no sumarse amablemente entonces haría valer su investidura como mandamás en el estado; a decir de nuestros subagentes, disfrazados de sanitizante rebajado en agua, el mensaje iba dirigido al alcalde de Torreón, Jorge Zermeño, pues ha sido el único edil en la entidad que se resiste a colaborar con la disminución de la movilidad entre la ciudadanía, al mismo tiempo que municipios de La Laguna de Durango como Lerdo, Gómez Palacio e incluso la tierra sin ley de Tlahualilo han tomado acciones estrictas, después de que su gobernador, José Rosas Aispuro, copiara… Perdón, siguiera la estrategia de su homólogo de Coahuila. Mientras, el tiempo pasa y la curva sigue en acceso, al menos para Torreón, que ya se ubica en el segundo lugar estatal con mayor número de casos positivos de coronavirus.

A decir de nuestros subagentes, "la gota que vino a derramar el vaso" fue el caso del empleado municipal que resultó positivo, sobre todo porque días antes el propio alcalde presumió la orden de que en la presidencia municipal todos los trabajadores deberían presentarse a laborar, y fue precisamente al tercer día de labores que se detectó en los propios filtros del municipio que el trabajador presentaba los síntomas, por lo que la preocupación se apoderó de todos en el edificio más caro de la ciudad, ya que varios compañeros afirman se le vio paseando entre los pasillos de la presidencia los días previos.

La cosa es que cuando fue regresado a su hogar, sus jefes directos le pidieron no dar declaraciones, pero la indiscreta prensa se dio cuenta y empezó a cuestionar, aunque como respuesta el deficiente equipo de Comunicación Social emitió un escueto, pero revelador comunicado donde exhibe el nombre completo de su empleado, violando el principio federal de la privacidad. Y como cuando se quiere se puede, la Secretaría de Salud del Estado acudió de inmediato a su domicilio a hacerle una prueba, y en menos de 24 horas arrojó que salió positivo, al igual que su esposa. La bomba explotó, pero al interior de la Administración del alcalde Zermeño, donde se mantiene la postura de seguir trabajando pese al peligro que representa que uno de sus trabajadores haya dado positivo, y más cuando al edificio acuden ciudadanos de todas las edades. Otro dato que dejó con el ojo cuadrado a los subagentes fue que la Administración municipal mandó a una patrulla de la Policía por el empleado para llevarlo a un hospital privado para hacer otra prueba, pero sin los protocolos de salud que se requieren con un paciente COVID. Para completarla de acabar, le negaron el acceso a la presidencia al equipo de la Secretaría Estatal de Salud que haría trabajos de cerco sanitario; incluso, el jefazo de la robusta nómina de Comunicación, Antonio Zamarrón, corrió a los incómodos reporteros que habían sido invitados a una rueda de prensa para dar una postura sobre la situación. Tal parece que hay quienes no entienden que la pelea deber ser contra el virus, que además a la hora de contagiar no conoce de partidos políticos, edades, ni creencias. En fin…

***

Los que están haciendo su "agosto" en pleno mes de abril, sacando algo de ventaja a las restricciones que trajo la contingencia por el temible coronavirus COVID-19, son los expendedores de cerveza al mayoreo, considerando que La Laguna es un lugar de bastante consumo y más ahora que está la onda de calor y la falta de agua alborota la sed. Nuestros subagentes, disfrazados de ventilador descompuesto, nos comentan que entre los beneficiados por la crisis, que se cuentan con los dedos de una mano, se encuentra un local que se ubica a pie de carretera de la autopista Torreón-San Pedro, en el ejido La Concha, donde, dicho sea de paso, no se respeta la "sana distancia", el gel antibacterial ni los cubrebocas obligatorios para quienes se forman en las enormes filas que hacen quienes acuden a surtir la espumosa bebida en camiones y camionetas al precio que sea. Y que en estos tiempos donde impera la Ley de la Oferta y la Demanda, dicen, se está dando el producto hasta un 40 por ciento más del precio autorizado por la empresa cervecera, que en teoría no está distribuyendo su producto, pero el mismo "dueño" de la distribuidora con la bendición de "El Matador" Hernández es quien decide quién sí y quién no puede comercializar el tan socorrido producto. Y de este mismo lugar salió el reporte de una persona armada que prácticamente echó en corrida a un par de inspectores que osaron acercarse para hacer la recomendación de que sus clientes deberían respetar la "sana distancia" que forma parte del decreto dictado por el Gobierno de Coahuila, que en este lugar es ignorado sobremanera.

***

Y el que anduvo muy activo en sus redes sociales recientemente fue el flamante presidente estatal de lo poco que dejaron del Partido Revolucionario Institucional en Coahuila, Rodrigo Fuentes Ávila, quien desde la cancelación del proceso electoral por el temible coronavirus no daba señales de vida, sin embargo, nuestros subagentes, disfrazados de 'haters' panistas, nos informan que una de las publicaciones subidas a las redes por don Rigo fue una especie de mensaje subliminal, y es que en ella don Rigo presume las hortalizas que produce en su rancho de La Flor de Jimulco, sin embargo, nuestros subagentes, dotados de mirada de águila, percibieron que más allá de las suculentas flores de calabaza que el presidente del vapuleado partido mostró, llamó la atención el lujoso tablero de la camioneta Jeep Gladiator que don Rigo acaba de adquirir a un costo superior a nada más y nada menos que un milloncillo de pesos. Y es que, según los subagentes, la cuarentena afectó tanto al político priista que no hallaba cómo matar el tiempo libre y gastar los centavos que se ahorró con la suspensión de las elecciones, por lo que decidió cumplirse un capricho y cada que puede aprovecha para tomarse 'selfies' presumiendo su "juguete nuevo" y subiéndolas a sus redes en una especie de aquel famoso anuncio "porque yo lo valgo". Al parecer algo que no entienden muchos políticos y funcionarios es que en la actualidad la discreción se ha vuelto, más que una virtud, una necesidad.

***

Otra polémica que detonó en plena cuarentena fue la telenovela entre los dueños de antros y la Administración municipal, y todo por un funcionario con aires de "empresario" vivillo. Resulta que Jorge Téllez, socio de uno de los bares que forman parte del EBAT (Empresarios de Bares y Antros Torreón), quien además cobra en la Administración municipal en un puesto de esos que nadie nota en la Dirección de Desarrollo Social, para contrarrestar el encierro que obliga la contingencia por el coronavirus, gestionó llevar a cabo el #LagunaTon, un evento para recolectar despensas para quienes laboran en estos giros comerciales y hoy tienen parada su actividad. Ya pactada la fecha para las grabaciones del evento, y todo en marcha, el funcionario empresario hasta presumió tener los permisos, incluso durante el desarrollo del video en uno de los antros hizo que le pusieran una mesa para sus compañeros de oficina y dos muchachos de la Dirección de Inspección y Verificación. Nuestros subagentes, que todo lo oyen, nos reportan que entre tacos y cervezas, sin sana distancia ni cubrebocas, disfrutaban de la grabación, hasta que una llamada de los jefes de Inspección por un reporte de música, precisamente en ese establecimiento "cerrado", hizo que todo cambiara. Asustados, los inspectores se levantaron de la mesa y cambiaron de actitud para hacer "su chamba", sin embargo, entrados en copas los muchachos de Téllez se pusieron al tú por tú con los inspectores de Verificación, calentando los ánimos, lo que dejó un acta de clausura del sitio sin sellos. Al final a los músicos y a los antreros se les acabó la fiesta y se tuvieron que ir a sus casas con la nada barata multa local, y con el mal sabor de boca de confiar en uno de ellos que se hacía pasar por el multiusos del Ayuntamiento.

Leer más de EDITORIAL

Escrito en: Verdades y rumores

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Verdades y rumores

Clasificados

ID: 1698280

YouTube Facebook Twitter Instagram TikTok

elsiglo.mx