La enfermedad de Kienböck consiste en la muerte de tejido óseo debida a un aporte sanguíneo disminuido que afecta el hueso semilunar de la mano. (ESPECIAL)
La enfermedad de Kienböck consiste en la muerte de tejido óseo debida a un aporte sanguíneo disminuido que afecta el hueso semilunar de la mano.
Actualmente se desconoce su causa, pero se sabe que es poco frecuente se estima que la padecen cinco de cada 10 mil personas y de acuerdo con el Manual de Merck de Información Médica General, este padecimiento se produce con mayor frecuencia en varones con edades comprendidas entre los 20 y los 45 años.
Los síntomas suelen comenzar con dolor que se instaura de forma gradual en la muñeca, en la zona del hueso semilunar que está localizado en el centro de la base de la muñeca. Finalmente produce hinchazón en la parte alta de la muñeca y esto provoca que pueda volverse rígida.
La persona afectada no recuerda haber sufrido un traumatismo, mientras que el trastorno se puede producir en ambas manos, además se estima que en el 10% de los casos este padecimiento es más común en trabajadores que realizan tareas manuales pesadas.
Es posible realizar el diagnóstico en una fase temprana mediante una resonancia magnética o con una tomografía computarizada y se confirma con radiografías. Otra forma de hacerlo es mediante una valoración física en la cual el médico evalúa el aumento del volumen dorsal, sensibilidad a la palpación, disminución de la fuerza de presión, entre otros.
En cuanto al tratamiento lo más viable es la cirugía, que se realiza sobre todo para aliviar la presión sobre el hueso semilunar, que se logra alargando o acortando los huesos cercanos o que conectan con éste. La férula de muñeca puede aliviar el dolor en los casos más leves.
También existen otros tratamientos que intentan restablecer el aporte de sangre al hueso, si el hueso semilunar se ha colapsado lo pueden extirpar o fusionar quirúrgicamente, pero esto sólo es necesario en los casos más graves, sin embargo, estos métodos no han tenido éxito.
