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Zoonosis y pandemias

A la ciudadanía

MANUEL VALENCIA CASTRO

En la colaboración pasada me referí a una especie de pangolín que se supone fue el intermediario en la cadena de contagio murciélago-humano del virus SARS-CoV-2, responsable del COVID-19, una especie traficada ilegalmente por su apreciada carne en China y en Vietnam, como por las escamas de su armadura, de gran importancia en la medicina tradicional oriental. La mayoría de estos pangolines van a parar a mercados de animales vivos donde diferentes especies conviven en hacinamiento generando el riesgo de una zoonosis, mientras esperan ser sacrificados para su comercialización.

La zoonosis significa que cualquier enfermedad propia de los animales incidentalmente puede comunicarse a las personas. Se ha hablado mucho sobre el origen del contagio de esta enfermedad y se señala precisamente a uno de estos mercados zoonóticos el posible lugar donde inicia.

El filósofo Peter Singer experto en ética y bioética dijo que la pandemia es un mensaje sobre el consumo de animales: "En este momento, continúa diciendo, el foco está mayormente en el consumo de animales salvajes y hay un esfuerzo internacional para cerrar los mercados en los que se venden y sacrifican animales salvajes para consumo humano".

Esfuerzo que en mi opinión tendría que buscar enlazarse con la lucha de la CITES (Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres, la cual ya es un acuerdo internacional concertado entre los gobiernos y que tiene por finalidad velar por que el comercio internacional de especímenes de animales y plantas silvestres) y de asociaciones como TRAFFIC, que trabaja en el área con especialistas en comercio de vida silvestre y el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF por sus siglas en inglés), que no sólo tiene que ver con el estado crítico de extinción del pangolin, también se ocupan de otras especies amenazadas como la musaraña y los tigres de la región como el tigre de Bengala.

El rey asiático está en peligro por la desaparición de su hábitat natural y, especialmente, el comercio ilegal de partes del cuerpo ha conducido a un rápido declive del número de estos felinos que viven en libertad y cuya especie está amenazada de extinguirse en la naturaleza.

En el diario El País se consigna que"Los científicos estiman que quedan entre 5,000 y 7,000 en libertad en todo el mundo, aunque algunos reducen la cifra a 2,000. " Quienes se dedican a la comercialización de las partes del tigre, incluyendo las pieles, huesos y colmillos, han buscado alternativas en otras partes del mundo y en su búsqueda han dado con nuestro Jaguar, el cual según algunos reportes de países Suramericanos ha empezado a ser cazado.

La relación entre la cría de animales domésticos y la generación de pandemias producto de diversas zoonosis que se generan en animales manejados en mal estado sanitario, son aspectos que deben contemplarse ya que puede ocurrir una menor inmunidad que afecta a las poblaciones de animales domésticos en confinamiento, situación que se puede convertir en un grave riesgo para las personas al exponerlas a potenciales enfermedades o padecimientos zoonóticos.

Esto debe considerarse "porque los animales infectados podrían constituir un reservorio vírico susceptible de infectar a humanos, como ya habían demostrado varios estudios metagenómicos sobre virus patógenos transmitidos por murciélagos, gatos, vacas, aves, caballos y cerdos silvestres. Más del 70 % de las infecciones emergentes de los últimos cuarenta años han sido zoonosis, es decir, enfermedades infecciosas causadas por bacterias, virus, hongos o parásitos que se transmiten de los animales a los humanos."

Sabemos que en algunos casos los humanos adquirimos el virus directamente de un animal: civetas en el caso del SARS-CoV-1 o los camellos en el caso del Síndrome Respiratorio del Medio Oriente (MERS). Quizás el caso más conocido es la influenza H1N1 o también conocida como gripe porcina, declarada por la Organización Mundial de la Salud como una pandemia mundial.

El caso de la civeta, un mamífero endémico del sureste de Asia y África Subsahariana, tiene la cola larga como los monos y marcas faciales semejantes a las del mapache. Desempeña una función importante en la cadena alimentaria pues se alimenta de insectos, reptiles pequeños y frutas como bayas de café y mangos, y a su vez, es alimento de leopardos, serpientes grandes, y cocodrilos. El café más costoso del mundo, el kopi luwak, oculta una verdad que muy pocos quieren ver, no porque se prepara con granos de café parcialmente digeridos y defecados por las civetas, sino por las condiciones con problemas de sanidad en que se explota a estos animales.

Tales hechos nos llevan a dirigir la atención en la forma en que se desatiende las condiciones de los animales que viven en estado silvestre, o en la que manejamos los animales domésticos con fines comerciales en explotaciones confinadas. Tal parece que es algo que debemos revisar seriamente para prevenir y, en lo posible, evitar eventos como el que estamos viviendo en estos momentos.

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