El filósofo está pensando en cosas trascendentes
Dios.
La vida.
La muerte.
El tiempo.
La eternidad.
La esencia.
La existencia.
La inmanencia.
La razón del ser.
El ser de la razón.
De pronto al filósofo le da un dolor de muelas.
Y ya no piensa en el ser de la razón ni en la razón del ser. No piensa ya en la inmanencia, la existencia ni la esencia. Se olvida de la eternidad, el tiempo, la muerte, la vida, Dios y todo lo demás.
El filósofo se ha olvidado de sus filosofías.
Le duele una maldita muela.
¡Hasta mañana!...