De pronto el tenor empezó a temblar. En algún teatro del mundo un candil estaba cantando.
El gallo nunca deja de cantar. Piensa que si no canta no amanecerá.
El ave canta aunque la rama cruja. Pero si la rama no cruje canta mejor.
"Canta y no llores". Al cantar desafina. "Llora y no cantes".
"El que canta sus males espanta".
Si canto ¿se espantará el coronavirus?
El cenzontle llegó tarde a la repartición de cantos. Ya no había ninguno para él. Desolado le preguntó al Señor: "Y ahora ¿qué hago?". Le contestó el Creador: "Canta, como todos". Por eso el zenzontle imita las voces de todos los pájaros. Canta como todos.
Cantó un cisne, y sin embargo no murió.
Los demás cisnes le torcieron el cuello por atentar contra la tradición.
¡Hasta mañana!...