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'Tenemos que aceptar la realidad y entenderla', dice científico lagunero

Luis Mario Rodríguez Martínez analiza el virus del COVID-19 para poder ayudar al diseño de una vacuna y pruebas de detección más certeras

Desde pequeño, Luis Mario mostró interés en la ciencia y la tecnología, cuestionando cómo funcionaban las cosas. (CORTESÍA)

Desde pequeño, Luis Mario mostró interés en la ciencia y la tecnología, cuestionando cómo funcionaban las cosas. (CORTESÍA)

YOHAN URIBE JIMÉNEZ

Luis Mario Rodríguez Martínez es un científico lagunero miembro del Sistema Nacional de Investigadores del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) en México. Tiene 34 años, mucha pasión por la ciencia y un doctorado en biotecnología por la Escuela de Ingeniería y Ciencias del Tec de Monterrey. Realizó investigación en virología en la Universidad de Harvard, donde estudió la relación de los Poliomavirus humanos con cáncer mediante procesos de reingeniería genética viral.

Ha trabajado estudiando el virus del ébola y el desarrollo de sistemas de diagnóstico y terapias basados en el diseño estructural de anticuerpos monoclonales contra este virus. El científico lagunero comenzó su carrera en la Escuela de Ciencias Biológicas de la Universidad Autónoma de Coahuila (UAdeC) y en la Universidad Iberoamericana (UIA) donde estudió las ingenierías bioquímica e Industrial respectivamente, ambas carreras de manera simultánea.

Luis Mario hizo un espacio en su agenda para conversar con los lectores de El Siglo de Torreón sobre temas que le encantan: la ciencia, el conocimiento y la tecnología.

Recientemente, uno de sus proyectos de investigación enfocado en el virus SARS-CoV-2, el agente causante de la actual pandemia de COVID-19, ha sido seleccionado para obtener hallazgos de forma acelerada, apoyándose en el sincrotrón europeo, llamado la Fuente de Luz Suiza, un acelerador de partículas situado en Villigen, Suiza.

Esto al ganar una convocatoria lanzada por el Gobierno de Hidalgo y el Instituto Paul Scherrer (PSI), de lo que se espera obtener estudios de biología estructural de la proteína S del virus, así como sus receptores virales y complejos formados con anticuerpos. Lo anterior, con el objetivo principal de coadyuvar en el desarrollo de un diseño racional que resulte en mejores candidatos de vacunas así como a técnicas de diagnóstico mejoradas.

-¿Qué tan complicado es hacer ciencia en México?

El ecosistema en México es muy acelerado, eso lo vuelve complejo. Sin embargo, en Latinoamérica es uno de los países más adelantados, eso nos deja en una zona gris medio chiquita, pero tenemos cosas muy positivas en México. Una de las principales que hay que reconocer es el Conacyt: un instrumento, una herramienta que permite generar nuevo talento humano muy bien preparado, esto permite impulsar la transmisión de ideas científicas, esta cultura ayuda. Sin embargo, también la inversión en ciencia y tecnología, midiéndolo como un indicador del PIB o per cápita, no es la más propicia, esto significa que todo es cuesta arriba, es difícil, pero no imposible.

Torreón se caracteriza, particularmente hablando de la zona, por tener una trayectoria joven o una cultura pionera de impulso. Es una ciudad muy joven que tiene mucha inercia positiva de empuje, tal vez los últimos años ha flaqueado un poco por diversas cuestiones socioeconómicas pero, en general, Torreón es una región avanzada.

-¿Cómo ves Torreón en materia de ciencia y tecnología?

Me gustaría unir estos dos conceptos desde una perspectiva…Si bien, yo creo que Torreón es avanzada, todavía le hace falta un impulso significativo en materia de ciencia y tecnología que se traduzca en innovación y esto se transmita en una economía del conocimiento de alto valor. Un ejemplo muy simple que pongo para explicar esto es: si observas un iPhone al reverso, y tomando un iPhone como en sus mejores tiempos de ejemplo de innovación, dice "diseñado en California, ensamblado en China" y el dinero se queda en California. El verdadero valor de las economías está en lo que pueda diseñar y crear de nuevo basado en tecnología y conocimientos, no en lo que puedes maquinar.

Esto es algo muy importante, hay que hacer énfasis porque Torreón tiene mucho talento humano, mucha gente brillante, México también, pero particularmente Torreón tiene el potencial de detonar un nuevo tipo de economía basado en el conocimiento, muy necesario. Lo estamos viendo ahora con el coronavirus, se requieren nuevas terapias, nuevos sistemas, nueva instrumentación médica, nuevos sistemas de diagnóstico. Se requiere mucho de esto y no va a salir de la nada, se requiere gente preparada ¿qué tan difícil es? es complicado, sin embargo, cada problema es una oportunidad disfrazada.

-Doctor, a propósito de la pandemia, necesitamos menos influencers y más científicos... ¿Cree que sea necesario que se voltee a ver a la ciencia, sobre todo en momentos como este?

Creo que el ser humano es una mezcla de muchas cosas. Para que un ser humano esté completo tiene que ver artes, deportes, muchas habilidades que contribuyen a una sociedad rica, eventualmente cuando se aglomeran los seres humanos. Sin embargo, una parte muy importante es la actividad intelectual que deriva en conocimiento y que forma parte de esta nueva tendencia de la sociedad el conocimiento. Históricamente tenemos las revoluciones donde pasamos de la edad de piedra a la prehistoria, la Revolución Industrial, la Informática, y ahorita estamos en una época del conocimiento.

Definitivamente hacen falta más vocaciones científicas, más gente que le apueste al saber…No solo científicos con vocaciones científicas, sino también empresarios. Por ejemplo, vamos a hablar del Siglo XV con el auge de la electricidad, todo mundo habla de Edison y que era un genio, un gran inventor, pero no hubiera sido nada si no hubiera tenido a J.P. Morgan detrás de él y Morgan era un inversionista, un banquero, un empresario. Entonces, Edison era el ingeniero pero que necesitaba de otros actores estratégicos que fueran pioneros junto con él en crear una nueva sociedad. Eso sucede equis número de veces alrededor del mundo.

Ahora, es muy importante que estas vocaciones se den de manera temprana y se valore estos nuevos alcances que tenemos gracias al internet. Si bien es importante que existan cosas de entretenimiento, eso no debería ser la prioridad. Creo que la sociedad debería estar más versada en otras cosas, no puede ser que seamos una sociedad tan vana, tan fatua. En ese sentido, una de las ventajas que genera el internet es la capacidad de transmitir conocimiento de un lado del mundo al otro en cuestión de segundos.

-Como pasa ahora en tiempos de la pandemia y la respuesta médica…

Una de las cosas que han estado haciendo los científicos durante esta pandemia es compartir información como nunca. Lo que se descubre en China, los americanos lo explotan, lo que los americanos desarrollan los europeos piensan en nuevas estrategias. Entonces, esta versatilidad que nos da el internet es impresionante. Algo muy importante que debe suceder es que todo lo que pasa se permee hacia la sociedad, porque si no, la sociedad termina viendo a los científicos como Víctor Frankenstein en sus torres, inaccesibles, que no aportan ningún valor y que al final de día puede hasta representar un gasto económico para la sociedad.

Por ejemplo, el Conacyt tiene un sistema que promueve la vocación científica a través de becas. Y podrían decir "¿para qué voy a becar a un científico?" pues para que en casos de este tipo desarrolle nueva tecnología que te permita salvarte, tener una vacuna, un empleo.

-En eso Asia es un ejemplo de avanzada…

Sí. Un ejemplo muy interesante es lo que pasó en Corea del Sur. No paró actividades, utilizó sistemas de diagnóstico avanzados donde detectaban los casos infectados y los dejaban en casa. La gente seguía saliendo a trabajar. Qué realidad tan distinta sería para muchas familias el día de hoy en México si no hubieran tenido que parar su actividad económica de esa forma, como se está sufriendo ahora y generando una crisis tremenda.

Al final del día no es nada más hablar de ciencia, tecnología o de un virus. Es cómo eso me impacta en mi día a día y creo que eso hubiera sido la gran diferencia.

Tenemos alrededor de 30 mil científicos registrados en Conacyt. De esos 30 mil, creo que una buena parte, por lo menos el 30 por ciento, si no es que la mitad, son en el área de Ciencias de la vida. Si pusieras todo ese talento humano a trabajar en desarrollar soluciones para la sociedad no tendríamos que importar tecnología, esto sería un círculo virtuoso. Es valioso comunicarle a la sociedad por qué es importante e invitar a terceros a que se unan y que no sea nada más un tema de científicos, que sea un tema de la sociedad.

-Resulta que el Conacyt es un consejo que tiene un impacto en la sociedad gracias a la promoción de becas, pero era algo que mucha gente no conocía hasta la llegada del nuevo gobierno. ¿Qué tan grave podría ser poner en riesgo un consejo como Conacyt?

Es una pregunta muy relevante. Algo muy importante es que este tipo de actividades cuando se politicen, deben politizarse para bien, no para mal, porque la esencia es buena pero muchas veces en la ejecución, las prácticas se desvirtúan. En ese sentido, en los últimos meses ha dado mucho de qué hablar el cómo se han manejado ciertas cosas.

Creo que hay tres ejes estratégicas ligados al tema de inversión en ciencia y conocimiento: uno de ellos es la generación de nuevas vocaciones y para eso le tienes que invertir, hay que educar a la gente, eso nunca va a ser un problema sino una virtud, algo muy positivo. Número dos: la generación de medios, que está ligada a tu pregunta inicial, para que esas vocaciones prosperen, no solo se trata de una beca de manutención sino también de darte las herramientas que te permitan acceder a generar soluciones en beneficio de la sociedad. Número tres, que la sociedad esté consciente del impacto que este tipo de actividades genera en ella, eso se logra a través de la divulgación.

Hay varios tipos de divulgación: la especializada, como en revistas de alto impacto que son donde los científicos buscan publicar sus investigaciones pero ese tipo de divulgación no llega a la sociedad. La principal divulgación es a través de los medios masivos de comunicación, es a través de programas y estrategias donde la sociedad pueda estar consciente de por qué es importante. Es ahí donde creo que nos flaquea como sociedad mexicana, consideramos a veces que divulgación es un documental aburrido de alguna casa de estudios que pasan por la tele y eso está bien para aprender pero, no se vuelve sexy, no se vuelve atractivo para que todo mundo quiera entender. Es algo muy importante que hay que subsanar.

Una sociedad informada, consciente de este tipo de alcances puede, a todas luces, prosperar más fácilmente que una que cree que todo se soluciona por medio de supersticiones y no a través de soluciones reales que pueden procurarse en el día a día.

-¿Consideras que los medios influyen en la percepción actual de la ciencia en México?

Definitivamente, es una responsabilidad compartida por todo mundo. Los medios de comunicación generan modelos a seguir, donde si tú planteas que hay que aspirar por ser un futbolista, los muchachos desde chiquitos van a querer ser futbolistas. Lo que necesitas ahora es generar una vocación donde digas que si eres un intelectual, un científico, un empresario de base tecnológica, sea un atractivo para la mentalidad de los jóvenes.

Que digan: "yo quiero ser un empresario en tecnología, en biotecnología, en informática" en lo que sea, pero generar una diferencia significativa. Al día de hoy no lo hacemos, los medios favorecen que existan youtubers, influencers, que te digan cómo maquillarte y hasta ahí. No está mal, pero no debería ser un aspiracional único.

-¿Cómo te entró el gusto por la ciencia?

Fueron varias cosas. Por un lado, siempre fui una persona muy curiosa, siempre quería saber el porqué de todo y la fuente. Mi mamá me hace bullying y me dice que cuando me platicaba cosas de niño la cuestionaba, "¿y eso de dónde lo aprendiste, mamá? ¿y cómo lo sabes? ¿de dónde lo sacaste?". Siempre tenía esa naturaleza inquisitiva y no sabía cómo la quería desarrollar. Luego la ciencia ficción, el ver temas donde aprendías que un virus podía hacer ciertas cosas, etcétera, se volvía atractivo. Después, hubo un tema personal que a veces es un poco doloroso e incómodo, mi papá tenía una enfermedad autoinmune que se llama esclerosis múltiple, donde el sistema nervioso ataca las neuronas y las destruye, lo cual produce muchos malestares.

Todo ese tipo de cosas, aunado a una mentalidad como la que tenía desde chico, me llevaron a buscar los medios. Empecé estudiando en Torreón la carrera de Ingeniero Bioquímico en la Escuela de Ciencias Biológicas de la Universidad Autónoma de Coahuila.

Luego, me topé con que la realidad no era la esperada porque terminaban formando profesionales para la industria alimenticia y yo esperaba algo más, más retador. Entonces, entré al mismo tiempo a estudiar una segunda ingeniería en la Ibero en Ingeniería Industrial, como una forma de complementar mis estudios y comprender cosas que se podían mejorar por temas de calidad.

-Un camino que es inagotable…

De ahí, se hizo círculo vicioso y virtuoso, porque a veces era muy desgastante. Terminé pasando por la Universidad de Harvard, estuve un año estudiando temas de biología asociada a cáncer; estudié mi doctorado en el Tecnológico de Monterrey, campus Monterrey, trabajando justamente con escenarios pandémicos y cómo la tecnología puede mejorar las formas de reacción: desarrollar nuevas tecnologías de diagnóstico, nuevos sistemas de vacunas y tratamientos, que fue también parte de lo que hice en Harvard.

Después de terminar mi doctorado, me asocié con amigos de la infancia que ya vivían en el extranjero. Creamos una empresa en California, con el objetivo de promover el desarrollo de tecnología y transparencia de los laboratorios hacia la sociedad. Se enfoca en crear vacunas y sistemas de diagnóstico contra enfermedades virales que, ahora, desafortunadamente, nos quedó como anillo al dedo en la pandemia, desafortunadamente.

Son caminos largos. Cuando tienes todo el apoyo y un ecosistema desarrollado toma 15 años hacer algo de ese tipo, son proyectos de una vida. Ahora, imagina en tierra un poco árida, como la que caracteriza a México, pues es un reto. Por eso fuimos a California para acelerar el proceso pero tenemos un pie en México.

El reto está en que estos ecosistemas tecnológicos necesitan más crítica, talento humano, mucho dinero, promoción, que la sociedad entienda por qué son valiosos y que se genere una derrama económica a partir de ellos. Se necesitan muchas cosas que nos llevan al punto donde estoy ahorita, buscando cómo ser parte, de alguna forma, de este pegamento que ayude a que estas cosas funcionen.

Es ahí donde entró lo del ciclotrón, que acaba de pasar en semanas pasadas. Hicimos una propuesta para que nos prestaran una infraestructura que está en Suiza, un acelerador de partículas. Tiene la característica de posibilidad de alta energía que sirve para estudiar a nivel atómico molecular estructuras como los virus.

-¿Es ese el acelerador de partículas que generó la partícula de Dios?

Sí, en general una partícula tiene la característica que es más pequeña que una materia, es energía. Entonces, esto que me comentas es histórico, es las formas en que se fueron describiendo estas partículas y que nos llevó a desarrollos como la tele, que es básicamente esas partículas puestas en una superficie y brillan. Luego, otros científicos se cuestionaron "¿y esta energía cómo se une para formar materia?" y generaron teorías como lo que los medios llamaron la partícula de Dios y demás, el Bosón de Higgs, que se basaban en estudiar a un nivel muy básico cómo funcionaba esto.

Hay que entender la relevancia. A pesar de que estamos estudiando, en este sentido, cuando estos aceleradores estudian la energía a un nivel muy pequeño, el equipo necesario para llegar a esos niveles es impresionante. Tú imagínate la distancia de Torreón a Parras en un círculo y ese círculo acelera partículas. Entonces, son imanes congelados a temperaturas bajo cero de nitrógeno líquido y hacen que la energía se vaya doblando y vaya girando y alcanzando velocidades que solo se pueden alcanzar en el espacio y luego estudian qué pasa cuando chocan. Eso es el modelo tradicional, pero sirve para más cosas.

En el caso de la biología o de la virología, tú puedes estudiar con esta energía cómo interactúan con las superficies de las proteínas virales. A nivel atómico, tomar una fotografía de alta resolución donde puedes visualizar qué átomo interactúa con el sistema inmune de una persona (anticuerpos) o con los receptores celulares que permiten que infecten. De esta forma, puedes desentrañar los secretos con los cuales el virus se aprovecha del sistema inmune y se convierte en una pandemia.

-¿Crees que haya un nicho de oportunidad precisamente para quienes están estudiando pero también para la concientización de la importancia de la ciencia?

Esperaría que sí, desafortunadamente la historia nos dice muchas veces lo contrario. Hay una frase que se le atribuye a Einstein, no sé si en realidad él la dijo, pero dice que: "Es de tontos hacer siempre lo mismo y esperar resultados diferentes". La realidad es que esto que nos está pasando ahora no es una cosa nueva, era crónica de una muerte anunciada. La primera vez que históricamente en la sociedad moderna tiene un antecedente sólido de esto y que conocíamos qué era un virus, porque hay que entender que antes la gente no sabía qué era un virus, solo sabías que te enfermabas por algo. Tenemos como unos 100 años que el concepto de virus emerge, porque lo primero que se supo es qué era una bacteria. Las bacterias son células y los virus son paquetes de genes envueltos, no son células, no están vivas. Incluso si sales a la calle y le preguntas a alguien que qué es un virus, no te lo va a poder decir. Una bacteria está viva, un hongo también, pero un virus no. Los virus son instrucciones, como en la computadora, cuando te insertan un virus. Son instrucciones que tienen el afán de reproducirse, no pueden con su propia energía y por eso infectan a célula.

Tenemos 100 años de haber entendido este concepto porque costó mucho trabajo con los instrumentos tan básicos que había hace 100 años entender qué era un virus, no había un acelerador de partículas, un microscopio de fuerza electrónica, cosas de ese tipo. Entonces, en 1918 hubo la pandemia de influenza. Atacó alrededor del mundo muchas regiones, por eso se considera una pandemia, promovida principalmente por el contexto de la Primera Guerra Mundial que ayudó a que se distribuyera. Hubo muchas cosas…

-Incluso se bautizó como la gripe española pero no inició en España, en realidad comenzó en Arkansas.

Así es, qué interesante que lo comentas. Una de las cosas que promueve esto es que se cree que brincó en una granja de un ave a los seres humanos. Un ave conoció a un cerdo, estos cerdos recombinaron el virus y pasó a seres humanos y ahí empezó la crisis y se propagó a raíz de la globalización bélica que había en ese momento.

Pero ya pasó. Muchas ciudades en Estados Unidos pararon actividades, guardaron su sana distancia y otras que no lo hicieron sufrieron más. Hay un antecedente, esto que están haciendo ahorita es un 'remake' de lo que ya pasó. Si nos vamos a una línea de tiempo más corta, en 2009 volvió a pasar, y si nos vamos más para acá, en 2013-2014 hubo una crisis de ébola donde incluso llegaron infecciones a América y a Europa. Pero, todo esto tiene su causalidad y son dos cosas. En primer lugar, el cruce de barrera entre especies; cuando un virus infecta a algún animal y no lo enferma. Nosotros somos el claro ejemplo de eso porque tenemos muchos virus en nuestro cuerpo y no nos pasa nada, algunos a veces se alocan y nos hacen medio ruido como los fuegos labiales pero en general no nos matan, pero a veces cruza la barrera entre especies y nos brincan, y es cuando nos enferman, como lo que platicábamos de la influenza aviar.

-Constantemente invadimos lugares ajenos...

El otro tema es cuando entramos en un ecosistema que no es nuestro. Entonces, entramos, nos enfermamos porque no estamos familiarizados con lo que hay ahí, como selvas y bosques vírgenes. El ébola por eso tiene brotes, porque la gente va a comunidades rurales, como quien va al Cerro de las Noas o a la presa, y se sube al cerro y se infecta con algo que tenían los changos y llevan la enfermedad al pueblo y como es muy agresivo todos se mueren en el pueblo y no se propaga tan radicalmente.

El problema es que pase en un lugar hacinado, no en un pueblo lejano donde se van a morir todos y ahí se contiene la epidemia. El problema es que la epidemia se convierta en pandemia porque llegue a una metrópoli que pueda conectar a muchos lugares del mundo, como ya pasó, y el hacinamiento, mucha gente viviendo en un espacio muy pequeño deriva en estas crisis. Por eso es que la Ciudad de México tiene los peores números a comparación de los pueblos que están alejados aquí en México.

-¿También los escenarios de la ciencia se tienen que ir preparando para situaciones cada vez más agresivas?

El número que es relevante en este comentario es el R0, que es básicamente la relación que tienes entre una persona y a cuántos te puede infectar. Para este número es alrededor de 2.5, va y viene porque es un número que todavía se está determinando, pero es alrededor de 2.5. Hay enfermedades, como de las que nos vacunan de niños, que tienen 4, 6, 8, como la viruela y el sarampión que son más infecciosos y las consecuencias pueden ser en unos casos fatales. La polio es un ejemplo de eso. Entonces, las vacunas tradicionales y antiguas llegaron muy bien para controlar ese tipo de enfermedades.

Desafortunadamente, no todo se puede producir de esa forma ni a la escala necesaria. Surge una nueva enfermedad, algo que brinca las barreras entre especies, entonces no estás preparado. La forma de estar preparado es desarrollar nueva tecnología. Si la forma tradicional es "cultivo el virus" y ve tú a saber si quiera crecer en el medio de cultivo porque es complicado, costoso y lento y a veces puede matar a la célula antes de que esté lista para cosechar el virus.

Ahora, afortunadamente, tenemos una tecnología que no había hace 100 años que es el ADN recombinante, donde tú puedes diseñar una molécula basada en las instrucciones del virus y usar el mismo sistema del virus para sabotearlo. ¿Qué es lo que haces? Copias las instrucciones, tomas la parte del virus que puede despertar una respuesta inmune, que es esencial para infectar a la célula, y esta parte del virus la produce por ingeniería genética en reactores enormes: mucho más económico, mucho más escalable para producir billones de vacunas, mucho más rápido, 100 veces más rápido, 16 veces más económico. Y con esta nueva realidad, donde pasas de producir una vacuna en ocho meses a 10-15 días, tú puedes atender una pandemia de este tipo. El problema, como todo, es que la tecnología no es suficiente para que sea usada por la sociedad. Tiene que convertirse en innovación, hay una cadena de valor.

-Otra vez la economía del conocimiento y el valor aplicado de esta…

Por ejemplo, de nuevo con los iPhones. La tecnología que usó iPhone para hacer el primer smartphone de pantalla táctil PAM, las agendas personales que había antes, la pudo haber introducido pero no lo hizo. Tenía la tecnología pero no la convirtieron en innovación, hay una distancia en medio que depende mucho status quo y otros factores como dinero, inversiones, políticas gubernamentales. Pero, si estas cosas no se dan, puedes tener una tecnología que no evolucione. Igual el auto híbrido, ¿por qué seguimos usando autos de combustión interna? No es rentable, nos estamos acabando el planeta, etcétera ¿Por qué hacemos refinerías en lugar de hacer plantas eólicas?

Cuestiones de políticas públicas, de inversión, de visión. La realidad es que eso retrasa el avance. Al final del día somos corresponsables de que esto no suceda. Si la sociedad estuviera informada por medios que hagan la divulgación estrategia, la sociedad demandaría soluciones y los gobiernos estarían obligados a proveerlas. Eso sería muy rentable, porque sería un negocio excelente y genera derrame económico. Desafortunadamente, no estamos preparados.

-¿En qué consiste el proyecto con el que van a llegar a Suiza para trabajar con esta tecnología?

Lo que estamos viendo es el virus que ya es famoso en todo el mundo y lo que ves en esta fotografía que fue tomada con uno de los microscopios más avanzados, lo que haces es tomar la fotografía casi al nivel atómico, con una resolución muy pequeña. Si habláramos por ejemplo de metro, centímetro, milímetro, esto está a una escala de Ashworth. Sin embargo, no es tan pequeño como un átomo, por eso es que esta resolución es como de un celular viejito.

El ciclotrón es una cámara para tomar una fotografía que se pueda publicar en un espectacular, o sea, de alta resolución. Esa sería la diferencia, es una cámara réflex avanzada. Ahora, lo que vemos aquí en esta foto es el centro del virus, que es una membrana, es como si dijeras una capa de cebo o de grasa, rodeado de unas patitas.

Estas patitas son las proteínas que hacen que se pegue a la célula y la infecte; funciona como una llave, como si agarrara a patadas la puerta y entro. Entonces, esta llave se llama proteína de espiga, que son como picos. Este es un mecanismo que comparten los virus. Esta proteína particularmente que funciona como llave es muy peculiar, es una proteína que no comparte muchas de las características que pertenecen a la familia de estas proteínas lo cual genera una ausencia de conocimiento y es ahí donde entra el tema del proyecto.

Hay que estudiar bien a esta proteína, hay que entender por qué tiene este tamaño y por qué hace lo que hace. Es como si dijeras que una persona promedio en Torreón mide 1.80 y de pronto te encuentras con alguien que mide 2.70 y dices: "ay, es un gigante, ¿qué le pasó?", y luego el gigante, que es un Goliat, va y golpea a todos los David en La Laguna y los está matando. "¿Qué está pasando?", hay que estudiar qué pasó ahí, por qué es tan agresivo. Eso es lo que vamos a estudiar.

-¿Y en términos llanos, cómo lo hacen?

Hay que hacer ingeniería genética, hay que producir este cachito, la patita del virus, para entenderlo en esta patita. Toda la información está guardada en los genes del virus. De esta familia en particular del virus los genes son ARN, lo cual es un problema porque normalmente el ARN tiende a mutar mucho, lo cual significa que en cualquier momento nos puede aparecer otra cepa pandémica, aunque tengamos una vacuna para esta cepa en un par de años, algunos especialistas dicen que en meses pero no creo, esto va a tardar un rato para tener la vacuna. Entonces, estas mutaciones que generan diferentes tipos de virus que ya lo hemos visto, el primero que se hizo famoso de esta familia de coronavirus fue el SARS en el 2002, después el MERS en el 2012 en Medio Oriente.

El SARS se asociaba a mamíferos pequeños y aves, el MERS a camellos; una cosa era en China y otra cosa era en Arabia. Ahorita lo estamos viviendo con este nuevo coronavirus, el SARS 2, tenemos ahí un tema de que muta muy rápidamente y eso lo vuelve un riesgo. Esta es la patita dibujada a nivel atómica y esta es la patita que abre.

Nosotros lo que vamos a estudiar es esa patita. ¿Cómo lo vamos a estudiar? Nosotros sabemos que esta parte, la patita, el empeine del pie por poner la analogía, es la que abre a la célula. Entonces, lo que tenemos que hacer es producir cristales, que es una forma muy avanzada de purificación de estas patitas, es decir, cristalizar este empeine de la patita a través de técnicas de ingeniería genética donde produces este pedazo de manera artificial por procedimientos de biología sintética y demás. Al final del día tienes este fragmento, como si fuera una escultura cristalizada, y luego lo pones en bajo la luz de alta intensidad del ciclotrón, y esta luz lo que te va a dar es una foto en alta resolución tipo réflex de lo que está sucediendo aquí. Una vez que tú tienes esto, puedes diseñar vacunas con una elegancia tal, que puedes adaptarte rápidamente a mutaciones y a otros problemas derivados, como la baja sensibilidad en el diagnóstico.

-Un acercamiento, por decirlo de alguna manera

Si tienes una fotografía específica, puedes hacer diagnóstico. Imagina que esto es reconocimiento facial del FBI. Para no equivocarte y diagnosticar que por aquí pasó el ladrón, tomas esta fotografía en alta resolución y cuando lo estés buscando lo puedes encontrar. A eso en epidemiología se le llama sensibilidad y especificidad.

En días pasados surgió una noticia que decía que estaban dando falsos negativos, falsos positivos, traían un desorden. Se debe en parte a los mecanismos primitivos, están utilizando cámaras de baja resolución. Entonces dijeron "pues se ve moreno" y agarraron a todos los morenos y resulta ser que no, no le están atinando, le están adivinando.

Lo que vamos a hacer nosotros va a ayudar a todo este tipo de cosas. Va a ayudar a que de alguna forma se generen nuevos sistemas de diagnóstico que permitan identificar más precisamente al agente etiológico; por otro lado, a candidatos posibles de vacunas.

-¿Con quién lo estás trabajando, Luis Mario? ¿Quiénes forman parte de tu equipo de trabajo?

Tiene dos enfoques. Por un lado, el enfoque de transparencia y tecnología. Te comentaba que tenemos en Estados Unidos una compañía, Baxitec, que busca promover sacar la ciencia del laboratorio y llevarla a la sociedad para que sirva para algo, no nada más que se quede en los libros. Por otro lado, a nivel académico, el conocimiento. Este conocimiento lo estamos haciendo en colaboración con el Instituto Politécnico Nacional, con el Centro de Biotecnología Genómica, con varios investigadores, entre ellos el doctor Mario Alberto Rodríguez Pérez, quien es un investigador con mucha trayectoria impresionante, ha colaborado con la Fundación Bill & Melinda Gates para desarrollar estudios epidemiológicos.

Estamos trabajando en conjunto con el objetivo de desentrañar estos misterios del virus y haciendo gala de todas las colaboraciones que podamos gestionar. En este caso estamos con los suizos pero no limitados a ellos, porque la idea es primero entender para después poder solucionar. Primero tenemos que aceptar la realidad y entenderla, para poder generar estrategias eficientes. Antes de eso, cualquier esfuerzo de una vacuna, cualquier esfuerzo de un tratamiento o cualquier esfuerzo de un diagnóstico son como patadas de ahogado.

Existen tantas aristas en el tema que la mayoría de la información es muy acelerada o se enfoca a ciertos temas que no nos ayudan a dimensionar el problema

-Cualquier panorama se vislumbra lejano…

Una cosa bien importante que tenemos que entender y no nos va a gustar escuchar como sociedad, como individuos: esto no pasa de la noche a la mañana. El que tengamos una crisis sí, pero las soluciones toman mucho tiempo desarrollarlas y no hay atajos, cualquier atajo se convierte en una crisis peor.

Voy a poner una analogía. Si yo estoy enfermo de cáncer, tengo que tener un diagnóstico preciso, tengo que ir con un buen médico a que me atienda y el médico necesita un quirófano, etcétera, para poderme extirpar el cáncer y darme una quimioterapia. No es como que vaya con el carnicero de la esquina y le diga "oye, córtame un pedazo de cáncer y 200 gramos de este lado", no funciona así. Querer nosotros encontrar soluciones mágicas, tener vacunas en tres días, sistemas de diagnósticos eficientes en cuatro días es lo que causa. No estamos generando un control real, nos estamos engañando siendo autocomplacientes, esto es algo que nadie le va a gustar escuchar. También el hecho de que todos nos vamos a enfermar de esta enfermedad, o una buena parte de la población.

Si tú tienes una alta tasa de mortalidad, porque tu sistema inmune no está preparado, porque no estás vacunado. Una cosa hay que separar, una cosa es que te enfermes y otra que te infectes, por eso hay personas que no la manifiestan, pero sí transmiten el virus porque al final del día pues nada más son portadores y su sistema inmune como que resolvió el tema. La vacuna lo resuelve para todos, pero no va a pasar de la noche a la mañana. Cualquier otra cosa es como la analogía del carnicero, no estás resolviendo nada. Tienes que invertir seriamente en la raíz del problema, hacer un buen diagnóstico, ir con el cirujano, ir a un quirófano y que te extraigan el tumor desde la raíz, no por fuerza bruta. Es muy importante que la sociedad esté sensibilizada sobre esto.

Promueve emprendimiento

En los últimos años, Luis Mario ha trabajado buscando promover en México el desarrollo de innovación y emprendimiento basado en alta tecnología.

*Sus invenciones han escalado a nivel de planta piloto y desarrollos tecnológicos fuera del país.

*Busca que la transferencia de estos a la sociedad se den mediante el ecosistema pionero en México del Parque de Investigación e Innovación Tecnológica, ubicado en Monterrey, Nuevo León, así como del ecosistema acelerado californiano en Estados Unidos y en la región de Hangzhou en China.

*En noviembre de 2017, el Departamento de Estado Americano en Washington DC, seleccionó una de sus tecnologías para representar a México en el Global Entrepreneurship Summit 2017, uno de los foros más importantes en el mundo en el tema de emprendimiento.

* Su proyecto ha sido descrito como "aquel que podría ser uno de los más valiosos del mundo, revolucionando el proceso para incrementar la producción de vacunas, al hacerlo hasta 16 veces más rápido hasta 100 veces más económico".

A sus 34 años, es egresado de la UAdeC y la de la Universidad Iberoamericana. (CORTESÍA)
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