El sábado 1 de julio del 2017, esta columna Yo río libre publicó el artículo "Fábrica de cianuro en La Laguna", que así comenzaba: "De Guanajuato la expulsaron dos veces por ser industria altamente tóxica y contaminante, y en La Laguna de Durango las autoridades la reciben con los brazos abiertos; es la mayor productora de uno de los venenos más potentes del mundo, cianuro de sodio, que lo provee a la minería a cielo abierto; fábrica señalada por su alto riesgo para la salud y el medio ambiente: The Chemours Company."
El artículo fue leído el mismo día por pobladores de El Siete, Gómez Palacio, con sorpresa debido a que el asunto involucraba a su comunidad: "Primero la corrieron de Salamanca, Guanajuato, durante el segundo semestre de 2016, donde bajo la razón social The Chemours Company Mexicana S.A. de CV., prometía invertir mil 600 millones de pesos en la construcción de su planta de cianuro de sodio; pero habitantes de la zona y ambientalistas levantaron fuerte oposición en defensa de su región y aseguraron, con argumentos sólidos, que traería más contaminación a la ciudad, por lo que la solicitud de instalación fue cancelada a pesar de contar con respaldo del gobernador Miguel Márquez Márquez.
"Intentó instalarse de inmediato en otro municipio de Guanajuato, pero le fue peor. Según la Gaceta Ecológica de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), la empresa ingresó el proyecto el 1 de agosto de 2016, a través de la Dirección General de Impacto Ambiental, con número de publicación DGIRA/038/16, para asentarse en San Luis de la Paz.
"El documento afirmaba que la planta química del proyecto San Luis -como se le llamó- tendría la capacidad de producir 65 mil toneladas por año de cianuro de sodio. Se desarrollaría dentro de un predio con superficie de 23.54 hectáreas, de las cuales se emplearían 14 para desarrollo de la planta."
El artículo agregaba: "The Chemours Company, corporación estadounidense con sede en Wilmington, Delaware, creía tenerlo todo, incluso la voluntad de operadores jurídicos, políticos y económicos, pero jamás imaginó -como es común en el modus operandi de estas empresas- que en San Luis de la Paz existe una sociedad civil alerta y movilizada, sobre todo cuando es consciente del peligro que corre como potencial receptora de los daños y perjuicios que acarrea una planta de cianuro de sodio, como la proyectada, próxima a las comunidades y a las fuentes de vida.
"La sociedad civil de San Luis de la Paz, dinamizada por la Organización Ciudadana Ludovicense por el Derecho a Vivir en un Ambiente Sano, desplegó un amplio repertorio de acciones colectivas en contra de la instalación de la fábrica de Chemours Company por considerarla de alto riesgo para su comunidad."
El artículo describía cómo la minería utiliza el cianuro en los procesos de lixiviación de metales preciosos extraídos con la técnica "a cielo abierto", así como el impacto sobre animales, plantas y seres humanos.
Relataba la manera en que Chemours salió de San Luis de la Paz el 5 de junio del 2017.
"Pero veinte días después -terminaba el artículo-, el 24 de junio, The Chemours Company apareció en tierras del Ejido El Siete, de Gómez Palacio, Durango, donde pretende construir su fábrica de cianuro de sodio sin que las autoridades federales, estatales y municipales hayan transparentado el proyecto, los permisos de instalación, la consulta a la población ni los estudios de impacto ambiental que establecen las leyes mexicanas y los tratados internacionales."
Preocupados, pobladores de El Siete buscaron a Greenpeace y al Centro de Derechos Humanos "Miguel Agustín Pro Juárez". Nacía la resistencia a la fábrica de cianuro en La Laguna; 1 de julio del 2017.
A tres años de conflicto socio-ambiental, Chemours Company, luego de una larga suspensión legal de obras, prosigue su estrategia de penetración en La Laguna, obtuvo un fallo favorable de la Suprema Corte en un Juicio de Amparo, y es apoyada por el Gobierno de Durango; la lucha sigue en tribunales, en comunidades circunvecinas y en la sociedad lagunera; el nuevo Gobierno de Gómez Palacio promete no otorgar permiso alguno a la Compañía "que afecte al municipio"; el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador está enterado, recién el 24 de junio la Semarnat reconoció en conversación con el Movimiento Social por la Tierra que la fábrica de cianuro Chemours no tiene licencia de operación.
Continuará.
@kardenche
