La belleza natural de este espacio representa todo un patrimonio para La Laguna, al ser el segundo campo de golf más antiguo de México. (Fotografías de RaveloSport)
La pandemia del coronavirus COVID-19 detuvo prácticamente a todo el mundo, pero la naturaleza no tiene la opción de hacer una pausa. Así se pudo comprobar en el Club Campestre Gómez Palacio, donde durante su etapa de cierre de instalaciones, pudieron observarse a especies, reclamando su lugar.
Un oasis verde en medio de la mancha urbana, en plena colonia Las Rosas, es el campestre gomezpalatino, donde se ubica uno de los campos de golf más añejos de todo México, es un refugio de los laguneros para la práctica del golf, el tenis y otras actividades sociales y deportivas. Pero con el cierre de instalaciones al que obligó la pandemia global, pudo verse a especies animales reclamando su espacio, demostrando que la biodiversidad se mantiene vigente en la mancha urbana de la Comarca Lagunera, ofreciendo imágenes pocas veces vistas en las áreas citadinas.
Especies de aves rapaces, una familia de zorros, fueron los visitantes en el Campestre Gómez Palacio, aprovechando la ausencia de los seres humanos, obligados a pasar el confinamiento en casa, lo que un grupo de entusiastas socios emplearon para planificar la manera de darle vida nuevamente al club al abrir las instalaciones, buscando retomar esos tiempos de bonanza. La fotografía nos permite apreciar la belleza natural de este espacio, en el que ya se ha retomado la práctica del golf, con las necesarias medidas de prevención.