Pueden constituir en la mayoría de los casos “no sólo un fraude sino también un serio peligro para la salud”. (ARCHIVO)
La nueva normalidad coincide con el verano y eso supone un riesgo para desear quitarse los kilos de los meses de confinamiento de forma rápida.
La Fundación Española de la Nutrición (FEN) advierte ante las denominadas "dietas milagro", por ser un mal aliado que pueden constituir en la mayoría de los casos “no sólo un fraude sino también un serio peligro para la salud”.
Además carecen de base científica y en muchos casos exageran propiedades y efectos que no son evidentes ni probados.
También se advierte que la obsesión por adelgazar por razones estéticas es una realidad en la sociedad actual y perder peso se ha generalizado incluso entre aquellas personas que por su índice de masa corporal (IMC), podrían considerarse con peso normal.
Por este motivo, se han extendido las dietas y remedios adelgazantes, accesibles a cualquier persona, y cuya utilización indiscriminada puede provocar a menudo serias complicaciones.
Estas dietas milagro limitan ciertos alimentos y las cantidades que se pueden consumir, ingiriendo menos calorías para perder peso “pero también reduciendo los nutrientes, lo que puede originar verdaderas carencias de minerales y vitaminas”, indica la FEN.
Según su supuesta eficacia las dietas milagro o mágicas se pueden clasificar en: Hipocalóricas desequilibradas, es decir que contienen un muy bajo contenido en energía, pero cuya distribución nutricional es desequilibrada.
‘Disociativas’, que se basan en la teoría de que los alimentos no engordan por sí mismos, sino al consumirse según determinadas combinaciones y se puede comer de todo, pero no durante la misma comida.
‘Las Excluyentes’ que son basadas en eliminar de la dieta algún nutriente.
Las ‘Dietas Psicológicas’, utilizan estrategias psicológicas para conseguir reducir el consumo calórico.
Otras dietas milagro o mágicas serían las monodietas, las dietas líquidas y las ‘dietas sin fundamento’.
Una dieta correcta en un plan de adelgazamiento debe ser personalizada, bajo prescripción y supervisión de un especialista, porque será equilibrada, variada y moderada para hacer posible el mantenimiento de un óptimo estado de salud, aportando menor energía de la que se gasta.
Además no dejar de lado el ejercicio físico, un pilar básico para la salud y una pieza clave para fortalecer la musculatura y evitar el exceso de grasa corporal, favoreciendo el equilibrio en el balance energético.