El Reino Unido ha detectado 938 nuevos contagios de COVID-19 en 24 horas y ha registrado 9 muertes por coronavirus en hospitales, residencias y domicilios. (ARCHIVO)
El Reino Unido ha detectado 938 nuevos contagios de COVID-19 en 24 horas y ha registrado 9 muertes por coronavirus en hospitales, residencias y domicilios, según los datos publicados hoy por el Ministerio de Sanidad.
En total, se han confirmado 305,623 infecciones y 46,210 muertes en el país desde que comenzó la pandemia, según los datos oficiales del Ministerio, si bien las agencias estadísticas británicas han contabilizado al menos 56,400 certificados de defunción en los que se apunta al coronavirus como posible causa de muerte.
Las autoridades sanitarias británicas comunicaron ayer 8 fallecidos por COVID-19, aunque las cifras suelen ser más bajas en torno al fin de semana. El viernes, se informó de 120 muertes en el conjunto del Reino Unido y el sábado de 74.
Ante el aumento de casos en algunas regiones, el primer ministro británico, Boris Johnson, ha pospuesto la relajación de algunas medidas de distancia social que tendrían que haber entrado en vigor en Inglaterra este fin de semana, al menos hasta dentro de quince días.
Se han establecido además restricciones adicionales en la ciudad de Manchester y su área metropolitana, así como en los condados ingleses de Lancashire y West Yorkshire.
En esas zonas, las personas que viven en distintos domicilios no deben mantener encuentros de ningún tipo, ni en espacios interiores ni exteriores.
El ayuntamiento de Manchester ha decidido declarar una situación de "incidente mayor" en la ciudad para facilitar que las autoridades puedan lidiar de manera "tan efectiva como sea posible" con las nuevas restricciones.
En Escocia, la ministra principal de la región, Nicola Sturgeon, ha advertido de que no dudará en volver a ordenar el cierre de los bares y restaurantes si se detectan rebrotes significativos de coronavirus.
El Ministerio británico de Medioambiente, Alimentación y Asuntos Rurales ha anunciado por su parte que ha comenzado a recoger muestras de aguas residuales en diversos puntos de Inglaterra para tratar de detectar aumentos en los contagios.
