Historias de la creación del mundo.
Esto no lo dice el Génesis, pero al principio no había amaneceres ni crepúsculos.
De golpe se hacía de día y de golpe también se hacía de noche.
Decía el Señor:
-Hágase la luz.
Y la luz se hacía.
Decía el Señor:
-Deshágase la luz.
Y la luz se deshacía.
Una mañana, sin embargo, el día empezó con lentitud, y un bello amanecer se vio en el mundo. Las nubes se colorearon con suaves tonalidades róseas y poco a poco brilló el sol. Esa misma tarde oscureció despacio, y hubo un espléndido crepúsculo. El horizonte pareció incendiarse en rojos, amarillos y morados. Fue aquél un hermoso espectáculo El Espíritu le preguntó al Señor por qué había hecho eso. Respondió él:
-Me salió lo artista.
¡Hasta mañana!...