El estado de Nueva York ha encadenado 31 días consecutivos con un índice de contagio del coronavirus SARS-CoV-2 (causante de la COVID-19) por debajo del 1 %. (ARCHIVO)
El estado de Nueva York ha encadenado 31 días consecutivos con un índice de contagio del coronavirus SARS-CoV-2 (causante de la COVID-19) por debajo del 1 %, según las cifras oficiales anunciadas este lunes.
"Gracias al trabajo de los neoyorquinos, nuestro estado ha pasado un mes completo con el índice de infección de la COVID manteniéndose por debajo del 1 %", dijo el gobernador Andrew Cuomo, citado en un comunicado.
Se trata del porcentaje de casos positivos detectados en las personas que en el estado se presentan voluntariamente a las pruebas para la detección del coronavirus.
Según el gobernador, el domingo sólo el 0.88 % de las 58,865 personas testeadas dieron positivo, lo que supone que se confirmaron 520 nuevos contagios en 42 condados de Nueva York.
Asimismo, el comunicado informó de que dos personas perdieron la vida por la enfermedad, lo que eleva a 32,987 el número total de muertos por la COVID-19 en el estado, según los cálculos de la Universidad Johns Hopkins.
La reapertura de Nueva York se ha caracterizado por su escalonamiento y por priorizar la vida púbica al aire libre, prohibiendo, por ejemplo, el consumo en los interiores de bares y restaurantes y permitiendo hasta muy recientemente el acceso a gimnasios y museos, donde el aforo se ha limitado.
Los datos oficiales publicados hoy desvelan que han sido hospitalizados 49 nuevos pacientes, por lo que hay 413 personas hospitalizadas, de las cuales 115 están en cuidados intensivos y 57 de ellas intubadas.
"Pido a todo el mundo que siga actuando con inteligencia para que podamos celebrar nuestro progreso en las próximas semanas y meses. Se ha necesitado el trabajo de todos para llegar hasta aquí, y para proteger este progreso necesitamos que todos continuemos lavándonos las manos, llevando nuestras mascarillas y manteniendo la distancia social por encima de todo", dijo Cuomo.
Nueva York, que durante varias semanas fue el epicentro mundial de la pandemia, se enfrenta ahora a una profunda crisis económica, como consecuencia del parón de la actividad económica para evitar la propagación del virus y agravada por un déficit presupuestario de 59,000 millones.
