Durante estas temporadas, las panaderías llegan a alcanzar hasta un 40 por ciento de incremento en sus ventas. (EL SIGLO DE TORREÓN)
Inician las lluvias y para los laguneros es una tradición ir por un pan para acompañar con café o chocolate en los días nublados, lo que significa un incremento extraordinario en las ventas de hasta un 40 por ciento para la industria panificadora.
Raúl Morell García, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Panificadora (Canainpa), dijo que el presente año ha sido muy difícil, al grado de que se han caído las ventas hasta en un 35 por más que en temporadas regulares, tanto por la contingencia sanitaria como por la crisis económica derivada de ella y el clima caluroso.
En relación a la pandemia por COVID-19, el dirigente de la Canainpa señaló que se tuvo que aislar a un 20 por ciento de los trabajadores de este sector debido a que se trata de personas de la tercera edad, que tienen enfermedades crónico-degenerativas como diabetes, hipertensión, entre otros padecimientos.
"A un 20 por ciento del personal tuvimos que mandarlo a su casa y con el sueldo completo, entonces sí nos pegó algo, aparte de que las ventas, después del mes de mayo, tanto por la pandemia como por la temporada de calor, disminuyeron, porque ha bajado el tráfico de clientes en las panaderías y en los domicilios, en la tienda de la esquina, en la de conveniencia, ha bajado un 20 por ciento la clientela, entonces sí nos perjudicó", comentó.
Morell García dijo que cada temporada en la región es cíclica, sin embargo, informó que este año la etapa de baja venta se juntó con la pandemia, por lo que lo regular era una caída de un 20 por ciento en las ventas, pero en esta ocasión fue hasta un 35 por ciento más debido, por una parte, a la pérdida de empleo de un sector de la población, pero también a la baja remuneración de algunos trabajadores, que recibieron menos sueldo por ajustes en las empresas.