Hacer dieta requiere de mucho esfuerzo, por lo que el efecto rebote puede desanimar a todas aquellas personas que siguen un régimen alimenticio para perder peso. (ESPECIAL)
Hacer dieta requiere de mucho esfuerzo, por lo que el efecto rebote puede desanimar a todas aquellas personas que siguen un régimen alimenticio para perder peso.
Es importante mantenerse al pendiente de qué se come, cuánto y a qué hora. El efecto rebote es considerado como la “recuperación” de los kilos que se han perdido con una dieta en un corto periodo de tiempo, una vez que se ha finalizado el programa.
El objetivo de una dieta es instaurar hábitos alimenticios saludables antes de la pérdida de peso. Esto es lo que debe anular el efecto rebote, ya que volver a tus viejos hábitos luego de meses de dieta no es lo ideal.
Las causas más comunes por las que esto sucede son:
*La mayor parte del peso perdido es agua, debido al consumo de diuréticos
*Hemos reducido masa muscular con la dieta
*La dieta que hemos seguido no nos ha ayudado a modificar hábitos
También las dietas que eliminan determinados nutrientes o grupos alimenticios terminan por producir déficits nutricionales que influyen negativamente en que la persona termine por pegarse atracones.
Las dietas que no tienen efecto rebote son las que mantienen la masa muscular y nos enseñan buenos hábitos. Las personas que consiguen mantener un peso estable son aquellas quienes tienen los niveles de glucosa lo más constantes posibles, gracias a la secreción de insulina.
Esta es la hormona secretada que nos ayuda a normalizar los niveles de glucosa en la sangre después de cada una de las ingestas. Por lo que si el consumo de hidrato de carbono es muy elevado, hará que el cuerpo transforme ese hidrato en grasa.
Para evitar esto, es aconsejable seguir una dieta prescrita y elaborada por un dietista o nutricionista profesional que evite la baja de la masa muscular. Es esencial hacer más de tres comidas al día ingiriendo alimentos cada tres o cuatro horas.
También es importante evitar vistar bajar grandes cantidades en poco tiempo, ya que la pérdida de peso debe ser progresiva.
La quema de calorías debe seguir siendo la misma. Es habitual que una vez perdido el peso deseado se deje el ejercicio, sin embargo, ya que hemos acostumbrado al cuerpo a esta actividad, dejarlo influirá en la recuperación del peso perdido.
Después de terminar tu dieta sigue con una rutina de mantenimiento que te ayude a continuar con tu meta.
