En cada eucaristía de la parroquia de San Judas Tadeo se permitió la entrada a 130 personas, un tercio de su capacidad. (EL SIGLO DE TORREÓN)
Esta vez no hubo multitudes de fieles ni en las calles ni en el atrio ni dentro del templo de San Judas Tadeo, como en otros años pues la pandemia del COVID-19 no lo permitió.
Atendiendo las medidas sanitarias para evitar contagios, solo se permitió el acceso a 130 personas en cada eucaristía, que es poco menos de un tercio de la capacidad con la que cuenta la parroquia ubicada en la colonia Las Torres.
Samuel Lozano de los Santos, de la Compañía de Jesús, párroco de San Judas, fue el encargado de oficiar la misa de las 6:00 de la mañana, la única donde se permitió la presencia del mariachi para cantar Las Mañanitas al santo patrono "de las causas difíciles".
Lozano dijo que este año se respiró tristeza por parte de los fieles que se armaron de valor y se protegieron para salir y dar gracias por los favores concedidos. "Sí hay tristeza, porque otros años han podido entrar y salir miles de fieles".
Esta vez no se instalaron los puestos que ofrecían antojitos y artículos religiosos. Solo estuvieron algunos vendedores de flores.
De acuerdo con el párroco, otro sentimiento entre los asistentes fue el de petición, "el sentimiento de pedirle a San Judas, que lo conocemos como patrono de las causas muy difíciles y que estamos viviendo una situación muy difícil como la pandemia, pedirle que termine".
Esta petición fue la que se realizó desde la primera misa. Otra de las solicitudes que se hizo a los devotos de San Judas fue intercambiar las reliquias por despensas, a fin de evitar aglomeraciones.
"Es una tradición de antaño, muy antigua esto de las reliquias donde la gente quiere compartir...Debido a esta situación que estamos viviendo, es muy difícil que se pueda hacer esto. Lo que nosotros estamos sugiriendo es ofrecerles una despensa y eso de alguna manera haría sentir que están dando comida a las familias que lo necesitan", dijo el párroco.
