Los diferentes grupos de danzantes, entre ellos los matlachines, mostraron su devoción con los diferentes pasos en honor a San Judas Tadeo.
Altares en medio de las calles al sonar de las tamboras indicaban que las reliquias a San Judas Tadeo no se doblegaron ante la pandemia; la devoción al santo patrono de los "casos difíciles" fue mayor que el miedo a contagiarse de COVID-19.
A pesar de las recomendaciones de las autoridades gubernamentales y de la misma Iglesia católica de no realizar estas muestras de fe para evitar aglomeraciones, en diferentes hogares laguneros se realizó la tradicional reliquia.
Atrás de la Clínica 18 del Seguro Social, la familia Canelo Quiralte no quiso interrumpir esta tradición de 29 años de darle gracias a San Juditas por todos los favores recibidos.
Don Armando Canelo reconoció que "la pensó" en realizar su devoción, pero con el apoyo de su familia y amigos, la pudo llevar a cabo.
Desde los primeros minutos del 28 de octubre, el mariachi le cantó Las Mañanitas a San Judas, también hubo rosario y pozole para los presentes.
Por la tarde, los trabajos continuaron para un ejército de mujeres y hombres que prepararon el tradicional asado rojo que acompañarían con sus siete sopas.
Para llevar a cabo este acto de fe, se tomaron las medidas sanitarias debidas, como el uso de cubrebocas y colocación de señalamientos, sobre todo a la hora de repartir la reliquia, la cual se dio en platos desechables.
Así como en la familia de don Canelo, en otros puntos de la región se realizaron sin mayores contratiempos estas muestras de agradecimiento como son las reliquias, en medio de la pandemia.
