Este fin de semana más de una docena de motociclistas intentaron ingresar al Cañón de Fernández, según autoridades municipales.
A pesar de que el estado de Durango se mantiene en semáforo rojo, lo que representa un riesgo alto de contagio de COVID-19, las familias laguneras insisten en salir y visitar el Cañón de Fernández. Tan solo el fin de semana se detectaron decenas de vehículos y motocicletas intentando ingresar.
Abel Ramos, director de Ecología en Lerdo, informó que este domingo se detectaron 30 vehículos, con un poco más de 150 personas y más de un docena de motociclistas, intentando pasar a esta zona natural protegida.
Debido a las restricciones del Gobierno del Estado para contener el número de casos, no se les permitió el paso.
El funcionario comentó que alguno de los argumentos que presentaron las familias era que se había informado que el lugar se encontraba abierto al público.
Fue en el acceso por la comunidad de Santa Anita donde los policías ecológicos reportaron movilización por parte de los ciudadanos que deseaban entrar.
Cabe recordar que los primeros dos fines de semana tras el cierre de este paseo público fue poca la actividad que se registró por parte de los ciudadanos que deseaban ingresar, no así este pasado fin de semana.
Desde que el gobernador del estado, José Rosas Aispuro Torres, anunció que Durango regresaba al semáforo rojo el pasado 3 de noviembre debido al número de contagios registrados, el Cañón de Fernández cerró su paso a los visitantes. "Que se queden en casa hasta que pase esta situación", pidió el director de Ecología de Lerdo.
Otro de los paseos que quedó suspendido por el cambio en el semáforo epidemiológico fue el centro turístico de la presa Francisco Zarco.
De acuerdo al reporte diario de la Secretaría de Salud en el estado, Durango hasta ayer registró un acumulado de 19 mil 790 casos COVID-19 así como 1,144 defunciones. De este total, 1,345 se reportan en Lerdo, así como 56 defunciones.
