Esta enfermedad no tiene preferencia por pacientes con diabetes tipo 1 o tipo 2. (AGENCIAS)
De acuerdo con la Federación Mexicana de Diabetes, A.C., la retinopatía diabética "es una afección vascular de la retina, la cual es una capa que se encuentra tapizando la parte interna del ojo y que convierte la luz en señales que el cerebro decodifica para que podamos ver lo que nos rodea. Al verse afectado su aporte sanguíneo, la retina sangra y se inflama, pudiendo, inclusive, desprenderse".
¿QUIÉNES PUEDEN PADECERLA?
Esta enfermedad no tiene preferencia por pacientes con diabetes tipo 1 o tipo 2. Sin embargo, existen ciertos factores de riesgo: que la diabetes haya sido tratada después de varios años de progresión o, bien, que aún no sea diagnosticada; presentar niveles elevados de azúcar en sangre; hipertensión ocular; inflamación ocular; tabaquismo; altos niveles de colesterol; así como traumatismos oculares.
OJO CON LOS SÍNTOMAS
El problema con esta condición es que, durante sus primeras etapas, no suele desencadenar señal alguna. No obstante, explica la Clínica Mayo, a medida que avanza es posible notar:
- Manchas que flotan en la vista (como moscas).
- Visión borrosa, variable o con colores alterados.
- Zonas de la visión oscuras o vacías.
- Pérdida de la visión.
POSIBLES CONSECUENCIAS
En algunos casos, aparecen vasos sanguíneos en un intento por resolver la falta de irrigación retiniana, explica el doctor Milton Maldonado Reinoso, cirujano oftalmólogo y especialista en enfermedades del vitreo y la retina. Estos 'neovasos' no tienen todas las capas que recubren a un vaso normal. Por eso, es probable que se rompan, provocando una hemorragia vítrea y, por ende, una disminución de la visión.
EL TRATAMIENTO
Al principio no se requiere, aunque la Asociación Mexicana de Retina exhorta a "mantener un control estricto de los niveles de glucosa y realizar una exploración oftalmológica anual". Si es un cuadro proliferativo (la fase más avanzada), entonces es necesaria una "fotocoagulación de la retina con rayo láser" para reducir las necesidades de oxígeno y nutrientes de la retina, y desaparecer los 'neovasos'.
