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Desapariciones inesperadas e inexplicables

Francisco Pineda

No es fuera de lo común observar cuando una persona se distancia de otra, o de un grupo, sin alguna razón suficientemente válida. Es decir, cuando alguien con quien mantenemos contacto social, personal, profesional, o de trabajo, repentinamente o gradualmente, se desaparece de una relación interpersonal de manera inesperada e inexplicable. Me refiero a una conducta llamada "Ghosting." Una palabra inglesa para la cual no existe traducción al idioma español, pero que me atrevo a interpretar como "fantasmear a alguien." Aunque la palabra se utiliza para describir una conducta, no es un término exactamente clínico, sino más bien coloquial.

Ghosting, o "fantasmear" a otros en un proceso de comunicación, es la acción de desconectarse o ser indiferente de alguna amistad, familiar, grupo, o relación importante. Es "esfumarse" de repente y sin explicación, ya sea abandonar un grupo, dejar de hablar, o bloquear a alguien en las redes sociales. Es hacer invisible a alguien como "la imagen de un fantasma", que existe, pero que no se puede ver a menos que sea en las figuraciones de la imaginación. En general, es un tipo de rechazo social. Ejemplos de estos pueden ser la experiencia de separación de una amistad cercana o noviazgo en donde uno de ellos se distancia inexplicablemente; una persona en el trabajo a quien su supervisor ignora su presencia sin algún motivo aparente; o casos muy comunes en donde alguien se retira "misteriosamente" de un grupo en las redes sociales.

¿Porqué algunos deciden desaparecerse de otras personas o grupos sin dar alguna explicación? La psicóloga Jennice Vilhauer, investigadora y experta en este tema, afirma en una entrevista por la Asociación Americana de Psicología (febrero 2020), que todo depende de ciertas circunstancias. Por ejemplo, algún problema técnico con su equipo de comunicación (celular, computadora, etc.), algún problema de salud, temor de algún fraude cibernético ("hacking"), o que simplemente hubo pérdida de interés en la relación interpersonal por alguna razón particular. De acuerdo a la Dra. Vilhauer, a veces es difícil saberlo, sin embargo, muchas personas justifican su propio comportamiento al darse razones válidas a sí mismas, por decir, no les interesa conversar sobre política, religión, sexo, y otros temas vistos como incómodos. Esto es, muchas personas que se desaparecen generalmente se han desmotivado en la relación, evitan una participación emocional, y creen que la decisión de desconectarse es mejor para ellas. La complicación surge cuando la separación genera impacto emocional en la(s) persona(s) rechazada(s).

Este impacto también depende del carácter de la persona que se siente rechazada, y la naturaleza e intensidad de la relación. Entre más complicada la personalidad rechazada, y más cercana o íntima la interacción, más fuerte el efecto de la separación. Esta forma de rechazo social puede bloquear la necesidad de pertenecer a un grupo, por lo tanto, ser indiferente deliberadamente puede ser una forma de agresión dañina que puede provocar violencia por parte del rechazado. Algunos con problemas de autoestima que se sienten excluidos por una persona estimada, la familia, grupo, el trabajo, equipo deportivo, etc., son afectados de tal manera que, en casos extremos, se sienten devaluados existencialmente, pueden sufrir de ansiedad y depresión, y con pensamientos de autoagresión o suicidio. O una ira incontrolable que puede conducir a destrucción y homicidio.

Muchas veces existen circunstancias donde tendemos a justificar "la fantasmeada," e ignoramos a individuos debido a conductas que son inapropiadas, por ejemplo, una persona vulgar en las redes sociales quien ofende innecesariamente; aquellos por quienes sentimos celos; alguien con valores diferentes a los nuestros (morales o religiosos, políticos, etc.); o alguien quien no tiene tiempo para una relación debido a que siempre está ocupado. En otros casos algunos no se dan cuenta, o justifican su indiferencia hacia otros, ya que existen factores fuera de su control. Por ejemplo, alguien quien es muy despistado y distraído como parte de su carácter, o es muy introvertido e indiferente a otros porque socializar provoca ansiedad.

En el campo de salud mental, y dependiendo de la naturaleza e importancia de la relación, ghosting puede ser visto como una forma de conducta pasiva-agresiva, y quizá cruel, ya que no hay manera de saber la razón de la desaparición, y la producción de emociones como resultado de la separación inesperada e inexplicable. De acuerdo a los autores consultados, cuando alguien "nos fantasmea," la situación dice más sobre la parte que rechaza, que lo que valemos como personas. Así que muchas veces vale la pena dejar ir a la persona que se desaparece de forma deliberada e inexplicable, y seguir adelante. Gracias por su interés en esta columna.

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