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Conservatorio Nacional de Música

El rumbo actual del Conservatorio Nacional de Música

David Rodríguez de la Peña charla en exclusiva sobre el panorama de la máxima institución mexicana de estudios musicales

Estudios. El director del Conservatorio Nacional de México comparte las estrategias académicas empeladas durante la pandemia.

Estudios. El director del Conservatorio Nacional de México comparte las estrategias académicas empeladas durante la pandemia.

SAÚL RODRÍGUEZ

Fue el 14 de enero de 1866 cuando se creó la Sociedad Filarmónica Mexicana, cuyo objetivo principal era la consolidación de un conservatorio de música en el país.   

En esa época, con una nación de recién independencia, la única ópera que imperaba era la italiana, hasta que el compositor Melesio Morales pretendió producir Ildegonda, la primera ópera mexicana. Ante la negativa de los productores italianos, un grupo de intelectuales se reunieron para formar la Sociedad Filarmónica en el tenor de que México tenía que formar sus propios músicos para tocar su propia música.  

Aunque la inauguración del Conservatorio Nacional de Música tiene como fecha oficial el 1 de julio de 1866, el 14 de enero también le significa un día importante tras la creación de esta sociedad que, al final de cuentas, fue la semilla de la institución que ya fue dirigida por un lagunero: Joaquín Amparán de 1960 a 1967.

Con este legado histórico de 155 años, el doctor David Rodríguez de la Peña, director desde 2012 del Conservatorio Nacional, comparte a El Siglo de Torreón la experiencia de dirigir durante la pandemia a la máxima casa mexicana de estudios musicales.

ESTRATEGIAS

Fue el 23 de marzo pasado cuando el Consevatorio Nacional cerró temporalmente sus instalaciones y trasladó sus aulas al ámbito virtual, debido a la contingencia de COVID-19.

Basado en lo en las estrategias que los conservatorios más importantes a nivel internacional estaban implementando, la institución mexicana ha tratado de adecuarse a las nuevas formas digitales de enseñanza.

Rodríguez de la Peña comenta que lo teórico no ha representado tanto problema, pero que en el ámbito práctico han tenido que someterse a las limitaciones de las videollamadas y al sonido que estas emiten cuando se trata de un examen con instrumento.

Cabe recordar que las videollamadas sólo ofrecen un sonido a dos canales que en ocasiones es de mala calidad. Es decir, no existe la sensación de un espacio donde el sonido fluye alrededor del intérprete. Se podría construir artificialmente, es verdad, pero la mayoría de los alumnos no cuentan con ese tipo de recursos. Sin embargo, el conservatorio ha apostado por estrategias donde el estudiante envía un archivo de audio para su evaluación.

"Si bien la parte del sonido es de lo más importante para nosotros, cuando uno está juzgando a través de una plataforma digital limitada, tiene que haber mucha flexibilidad. Es decir, en el momento en que no se está de manera presencial, ya es una limitación, en muchos sentidos, incluyendo el trato personal con los estudiantes."

Y es que como en la carrera de todo artista, el músico debe adaptarse a las condiciones de cada escenario. El director indica que los docentes son conscientes de las limitaciones que arroja la virtualidad, por lo que el enfoque está en la parte técnica y en la interpretativa.

Actualmente, el Conservatorio Nacional cuenta con 958 estudiantes matriculados en los niveles propedéutico, superior y maestría. Los cuales reciben instrucción de 187 docentes.

Una ventaja que ha arrojado la modalidad virtual es que ahora los alumnos tienen más tiempo para estudiar su instrumento. Hay que recordar que en Ciudad de México las distancias son largas y los alumnos realizaban traslados de hasta dos horas para asistir al conservatorio.

Así mismo, es una realidad que todo momento histórico ha influido en el arte y esta pandemia no será una excepción. Rodríguez de la Peña asegura que si bien los alumnos tienen cierta afinidad por las nuevas tecnologías, experimentan una carencia de sensaciones, pero también un nuevo sentido de responsabilidad.

"El hecho de que se distorsione un poco el audio en las clases virtuales de instrumento, hace que el estudiante exagere la perfección para que salga lo mejor posible y pula de una manera más detallada lo que está haciendo, para que pueda proyectarse a través de los audios electrónicos".

Los alumnos que egresen de estas generaciones lo harán con una visión del mundo que no tuvieron sus antecesores, esto arrojará distintas propuestas musicales, tanto compositivas como interpretativas.

"Veo en los estudiantes una cierta inestabilidad de sentimientos (...) sienten una desestabilización emocional. Pero nosotros vemos su evolución y observamos que el estudiante va a egresar con la experiencia que debe de tener a nivel académico y artístico, y además con las herramientas nuevas que no tuvieron otros estudiantes", concluyó.

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Escrito en: Conservatorio Nacional de Música David Rodríguez de la Peña

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