Ancira (foto) confía en que habrá un acuerdo para poder regresar a trabajar, según dijo su abogado.
Alonso Ancira, dueño de Altos Hornos de México S.A. (AHMSA), acordó este martes con Petróleos Mexicanos (Pemex) un acuerdo reparatorio por 200 millones de dólares por el caso de la planta chatarra Agronitrogrenados.
El pacto alcanzado entre el empresario monclovense y el representante legal de la petrolera estatal deberá de ser ratificado por el juez de la causa así como la Fiscalía General de la República para que enfrente juicio por lavado de dinero. Hasta el cierre de esta edición, no se presentó ningún posicionamiento.
Anteriormente se dio a conocer que el acuerdo, el cual fue alcanzado ayer, ya había sido propuesto por Ancira cuando aún se encontraba en Mallorca, España, en espera de ser extraditado a México.
Según explicó en aquella ocasión Juan Araujo, abogado de Ancira, el pago por la reparación de daños por la compraventa en 2013 deberá ser cubierto en un plazo de cuatro años.
Asimismo afirmó que Ancira confía en que habrá un acuerdo para poder regresar a trabajar.
La investigación contra el monclovense se originó por una denuncia que Pemex presentó en marzo de 2019 "con motivo de una serie de delitos que motivaron un grave daño patrimonial a esa empresa".
Los delitos que se le atribuyen están relacionados con la investigación en proceso por la venta, a un sobreprecio, de la planta de fertilizantes hecha a Pemex en 2013.
De acuerdo a las indagatorias, la venta de Agronitrogenados fue sellada con un sobreprecio de unos 500 millones de dólares por AHMSA cuando Emilio Lozoya Austin fungía como director general de la petrolera estatal; actualmente está enfrentando un juicio relacionado con el caso Agro Nitrogenados y la trama de Odebrecht.
Según el Gobierno de México la planta no tenía un valor superior a los 50 millones de dólares, por lo que se considera que el sobreprecio afectó de forma negativa a Pemex, además de que todavía no funciona por estar obsoleta.
Se argumenta que Ancira cooperó en el blanqueo de dinero de Lozoya, "pagando por adelantado" para que cuando fuera designado como director general de Pemex se procediera a la "adquisición de una empresa obsoleta e inoperativa por un precio tres veces mayor del que realmente vale en el mercado, perjudicando con ello, además, los intereses públicos".
