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Bill Gates habla sobre las vacunas en América Latina

El Reporte Oppenheimer

ANDRÉS OPPENHEIMER

En una entrevista sobre su último libro y varios otros temas candentes, Bill Gates me pareció especialmente preocupado cuando le pregunté sobre la lentitud de la vacunación contra el COVID-19 en América Latina y otras partes del mundo en desarrollo.

El fundador de Microsoft y mega filántropo, cuya Fundación Bill y Melinda Gates ha donado más de mil millones de dólares para ayudar a combatir la pandemia del coronavirus, me dijo que en el mejor de los casos habrá suficientes vacunas para controlar el virus en América Latina seis meses después de Estados Unidos. Pero advirtió que la demora podría ser mucho más prolongada, tal vez de hasta 12 meses.

"Si las cosas van bien con las vacunas AstraZeneca, Johnson & Johnson y Novavax, la inequidad será de unos seis meses de retraso'", me dijo Gates. "Si las cosas no van tan bien con esas vacunas, podrían pasar de nueve a 12 meses".

Gates lamentó que, bajo el gobierno del expresidente Donald Trump, Estados Unidos no apoyó el programa de vacunación global COVAX de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para ayudar a los países en desarrollo a obtener 2,000 millones de vacunas para fines de este año.

Trump se retiró de la OMS y no contribuyó con fondos para el programa COVAX. Las medidas del expresidente fueron fuertemente criticadas por la comunidad científica, porque ningún país puede vencer una pandemia si el resto del mundo se sigue infectando.

Además, "la administración anterior dijo que todos los estadounidenses deberían estar vacunados antes de que una sola vacuna salga del país, algo con lo que yo no estoy de acuerdo", me dijo Gates.

Afortunadamente, el paquete de 900,000 millones de dólares para combatir el COVID-19 del presidente Joe Biden incluye 4,000 millones de dólares para la iniciativa COVAX, y "alentamos al Congreso a que finalmente se haga presente para ayudar al esfuerzo global", dijo Gates. Añadió que el gobierno de Biden "está muy comprometido" con ayudar al resto del mundo.

Cuando le pregunté a Gates quien cree que está detrás de las disparatadas teorías conspirativas según las cuales él estaría insertando chips en las vacunas para controlar la mente de la gente, Gates admitió que esta "sorprendido por el volumen" de estas falsas afirmaciones sobre él y Anthony Fauci, el director del Instituto de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos.

"Es un poco irónico que cuando estás intentando, cuando estás regalando dinero y salvando vidas, las teorías conspirativas dicen que estás tratando de ganar dinero o que estás tratando de reducir la población", me dijo Gates.

"Durante una pandemia muy dura, la gente busca explicaciones simplistas y trata de decir que aquí hay una fuerza maligna", agregó. "Y, por supuesto, esto está siendo aumentado por la capacidad de comunicarse digitalmente. Yo espero que a medida que la gente vea más gente vacunada y que las tasas de mortalidad bajen, la verdad será más ampliamente aceptada".

Mi entrevista con Gates se centró principalmente en su nuevo libro, "Cómo evitar un desastre climático: las soluciones que ya tenemos y los avances que aún necesitamos". Les contaré nuestra conversación sobre ese tema en mi próxima columna.

Pero volviendo al retraso de las vacunas en llegar a América Latina y otras regiones, creo que hay que aplaudir a Gates por llamar la atención mundial sobre este tema. A menos que los países ricos aumenten sus esfuerzos para llevar vacunas a países como Brasil y México, que junto con Estados Unidos tienen las cifras de mortalidad de COVID-19 más altas del mundo, no se derrotará a esta pandemia.

Justo después de mi entrevista con Gates, salieron nuevas estadísticas alarmantes sobre el retraso de varios países en conseguir vacunas contra el COVID-19.

Mientras que Israel había administrado 76 dosis de vacunas por cada 100 personas hasta el 16 de febrero, y Estados Unidos 16 por cada 100, la tasa de vacunación en América Latina, con la excepción de Chile, es pésima. Para esa fecha, Brasil había entregado solo 2.5 vacunas por cada 100 personas, Argentina 1.4, México 0.6 y Perú 0.2 por cada 100 personas, según el sitio web https://ourworldindata.org/ de la Universidad de Oxford.

Gates tiene razón sobre la necesidad de solucionar el problema de la disparidad de vacunación global. A menos que actuemos rápidamente para proporcionar fondos para el esfuerzo de vacunación global de COVAX, el mundo será mucho más inseguro para todos, incluidos los estadounidenses.

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