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Ensayo sobre la cultura

El consumo cultural

Ensayo sobre la cultura

JOSÉ LUIS HERRERA ARCE

Recomiendo el libro: Los Europeos, de Orlando Figes. En él se plantea el surgimiento de lo que se ha dado en llamar la industria cultural, en el siglo XIX. Concretando, los artistas producían su obra con el fin de poder vivir de ella. La lucha porque les pagaran sus derechos de autor y cómo el espectáculo se organizaba por medio de empresas. Los periódicos editaban las novelas por entregas, como en el caso de Balzac y de Víctor Hugo. El libro en sí, habla sobre la Vida de Turguénev y su relación amorosa con Pauline Viardot.

Esto lo relaciono con un artículo sobre los estudios de la UNAM sobre el consumo cultural, en los tiempos de pandemia, del mexicano. Como siempre, se ha de descubrir que no es de alta calidad, como tampoco frecuente; pero eso es una forma muy simple de ver Las cosas.

La cultura que se consume, es a la que se tiene acceso, y en cierta forma, le sirve para dar sentido a los actos cotidianos del hombre. Acceso a la cultura, hay, por medio de los lugares que rentan la posibilidad de ver series y películas, y en todo caso, existe el YouTube que lo mismo te conecta con la música, que con seriesde muchos tipos, obras de teatro, musicales, declamadores, etc. El chiste es que alguien lo elija. Hablo de YouTube, porque es gratuito. Los lugares como Netflix, no salen caros, doscientos pesos al mes y tres teles pueden conectarse. Hay de mucho donde escoger, y aprendes que México se ha quedado muy atrás en cuanto la producción de series y que los países asiáticos tienen muy buena calidad en las series que nos están ofreciendo.

Yo cancelé mi suscripción a la antena para contratar tres de estos lugares, más o menos me salen lo mismo. Lo único que pierdo son los canales mexicanos que desde hace mucho he dejado de ver. Los noticieros los puedo ver por el YouTube: son tan repetitivos que en una hora de enteras de lo que ha pasado en el mundo.

¿Cómo elevar el nivel cultural del pueblo? Pues eso le corresponde a la escuela y a la familia. Ahora va a ser mucho más difícil con la educación a distancia. La industria cultural, en algunos campos, no ofrece mucho, o no los distribuye bien y aunque los andes buscando, la única parte donde lo puedes encontrar es en el internet.

Vamos por partes: Música clásica, y cualquier tipo de ella, no tienes problema, en YouTube y Spotify lo encuentras todo; el chiste es saber qué es lo que quieres y escogerlo. Hay un libro de Padura, los rostros de la salsa, que habla sobre la música cubana. Muchos de los músicos no los conocía: me fui al internet y así supe de quien estaban hablando.

Se dice que las librerías están batallando para subsistir. Yo sigo leyendo: compro dos o tres libros a la semana. No es por presumir, sino por combatir mi encierro en la pandemia. Siguen saliendo novedades pero es difícil encontrar libros sobre ciertos temas, por ejemplo, historia colonial mexicana. Los libros publicados, hace tiempo, sobre los olmecas, o los libros del colegio nacional que conocí en una biblioteca escolar, pero no los he visto nunca en las librerías. Y así puedo seguir enumerando los libros de la UNAM o de la Universidad Veracruzana; hay algunos en Educal.

Fomentar el interés por el libro en las nuevas generaciones, acostumbrados a lo audiovisual, es muy difícil. Las nuevas generaciones no leen por no sentirlo necesario. Hay un interés grande en los deportes, los dos futboles y todo mundo sabe de eso, porque todo mundo habla de ello, en cualquier reunión. De libros, nadie habla; sin embargo, de series y películas si se habla y eso es lo que consumen los chavos.

Si en tu casa no leen, no esperes que los hijos lean. Tiene que haber un influjo: de la escuela, de la familia, de los amigos, por algo tienes que leer; mientras que no lo encuentres, no leerás.

Otro tema, la historia. Sobre México, vas a encontrar muy poco y por lo general, aburrido. Hay ciertos documentales españoles que también me resultan aburridos. La historia hay que saber contarla, es un melodrama de la vida real; "pero eso es otra historia" es una de las pocas series que les sabe contar la historia a los jóvenes, son sumamente divertidas por las ocurrencias. A donde más puedes acudir es a los libros, sobre todo a la biografía histórica. Lo malo es que libros que salieron hace algún tiempo ya no están en los estantes y tienes que pedirlos; a veces por el internet, cosa a la cual aún no me acostumbro. Mieditis.

Para que los chavos lean hay que hacerlos tropezar con los libros, ponerlos en los supermercados o en las partes a donde acudan. Yo comencé mi biblioteca con los libros se Salvat que compraba en los puestos de periódicos. Este tema da mucho de que hablar.

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