Verdades y rumores
Haciéndole al terapista, nuestros subagentes nos comentan que cada vez son más los ciudadanos agobiados ante la incertidumbre económica que nos vino a traer la fastidiosa pandemia de coronavirus, porque, además del sombrío panorama que se avizora con tanto recorte federal al presupuesto, en Torreón la Administración del alcalde Jorge Zermeño tuvo que volcar sobre su ya de por sí vapuleada economía una pesada carga fiscal por encima de los niveles inflacionarios para poder traer recursos a las arcas municipales. El marcado contraste es que mientras se aplicará un incremento del 4 por ciento en la tarifa del agua potable, entre 4.5 y 10 por ciento en el Impuesto Predial, y prácticamente un aumento en el cobro de todos los derechos, en medio de un constante pregonar de que al igual que en la Cuarta Transformación en Torreón reina el principio de la austeridad, resulta que lo único que subirá el próximo año más que la temperatura es la nómina, en alrededor de 55 millones de pesillos de un año a otro.
Y los que salieron a poner el grito en el cielo fueron los muchachos de la Dirección Municipal de Salud, quienes en plena crisis sanitaria renegaron por el poco interés al momento de erogar los recursos y de 22 millones de pesos que tuvieron este solo lograron un incremento a 28, lo cual no estaría mal si este año el implacable COVID no le hubiera puesto pausa al mundo y de paso un jaque a los sistemas de salud de todas partes. Echándole más sal a la herida, las lenguas viperinas dicen que todavía falta conocer en cuánto subirán las cuotas de limpieza y rehabilitación del inexistente pavimento.
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Mientras nuestros subagentes se "comen las uñas" esperando a que pase el incipiente proceso electoral del próximo 18 de octubre, a quienes les dio por mostrar sus conocimientos bíblicos, literalmente al estilo Caín y Abel, fue a los exmandatarios y casi casi exhermanos Rubén y Humberto Moreira, quienes utilizaron las inestables redes sociales para lanzarse sendas pedradas… Digo, indirectas. Mientras el diputado federal y delegado de lo que queda del Partido Revolucionario Institucional ante el INE, Rubén Moreira, escribió en sus historias de Instagram el versículo de Lucas 22:48, que sentencia: "Entonces Jesús le dijo: Judas, ¿con un beso entregas al Hijo del Hombre?"; el profe bailarín y gobernador de la deuda, Humberto, le respondió: "El que utilizó la sagrada Biblia para enviar un mensaje se mordió la lengua, mejor sería que leyera lo que Caín le hizo a Abel". Como dijera su paisana y eterna priista Carmen Salinas: esto sucede "hasta en las mejores familias". A decir de nuestros subagentes, al que no lo calienta ni el sol es al tercero del clan más odiado en la provincia, Álvaro Moreira, quien aparecerá en la boleta electoral del próximo domingo 18 con la intención de buscar una curul en el congreso estatal de la provincia. Y es que don Álvaro, quien dice tener ganada la elección gracias al buen manejo de su estructura, suda frío cada que el nombre de su hermano empieza a sonar, ya que, según algunos enterados, don Humberto, por no manejar bajo perfil, ya se puso en el radar de la 4T.
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El próximo lunes en la ciudad de Aguascalientes se llevará a cabo un episodio más de la saga La comunidad de los "góbers"… Perdón, la Alianza Federalista, que de seguro se va a poner como para rentar balcón, luego de que esta semana los diputados del partido de moda, Morena, echaron a andar la aplanadora y lograron su anhelada extinción de 109 Fideicomisos y Fondos Federales, siguiendo desde luego la línea del presidente Andrés Manuel López Obrador, que aunque nunca dio pruebas concretas de la supuesta corrupción en el manejo de los fondos y en medio de decenas de protestas logró el dominio de una bolsa de alrededor de 100 mil millones de pesos, que podrá manejar a discreción con fines electorales… Digo, sociales, que entre otras cosas ayudarán a enfrentar la pandemia. Nuestros subagentes, disfrazados de sarape, nos reportan desde la capirucha del estado que el "góber" rijoso, epidemiólogo, coach y ahora experto en finanzas públicas, Miguel Riquelme, se prepara con una larga cartera de "dardos" más que envenenados para participar en la próxima reunión federalistas, en la que se esperan posturas fuertes luego del recorte a las participaciones para los estados, la eliminación de fondos, el tijerazo en materia de seguridad, el anuncio de que para el 2021 no habrá ni un peso para carreteras, bueno... Nomás falta que la titular de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, tampoco los pele y los mande a sus provincias literalmente vestidos y alborotados.
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Por cierto, hablando de las esferas estatales, los subagentes, asiduos a las páginas de transparencia, se quedaron más que asombrados luego de darse cuenta de que el flamante titular de la Comisión Estatal de los Derechos inHumanos en la Provincia de Coahuila, Hugo Morales, además de tener en la nómina al hijazo de la vidaza del director de la Policía de Torreón, Primo García, también tiene disfrutando de las mieles de la sagrada nómina a su esposa, Diana Denise Silos Basurto, como "coordinador coordinado de la oficina de asuntos por coordinar" desde el mes de agosto 2019; en tanto el "ombudsperson", como se les dice ahora, tomó protesta meses antes, en junio del mismo año. Si se toma en cuenta que el hueso es por seis años, de seguro en este lapso figurará también en la nómina de la comisión el jardinero, el chófer, el psicólogo o alguno que otro amigo del sociable defensor de los Derechos Humanos. No cabe duda de que cuando de nepotismo se trata, hasta en las oficinas más sensibles se cuecen habas.
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A las que les gustan los reflectores y hacen hasta lo imposible para acapararlos, y con ello levantar la mano para un puesto en las próximas administraciones, son las presidentas honorarias de los DIF de Torreón y Lerdo. Las primeras damas nuevamente dan de qué hablar. A la de Torreón, Astrid Casale, después de debutar con éxito en el TikTok, ahora le dio por incursionar en el mundo del modelaje; mientras que la primera dama de Lerdo, Susy Torrecillas, presumió en redes sociales la gran convocatoria para una activación física en Villa León Guzmán, donde se veía a un numeroso grupo de personas de todas las edades muy sonrientes sin cubrebocas, ni sana distancia, ni medidas sanitarias, pese a que Durango está por retroceder en el semáforo epidemiológico y volver a alerta amarilla ante el incremento de casos COVID-19. Y ya que hablamos de ignorar las medidas sanitarias ante la pandemia, y sin ver lo que pasa en otros puntos del mundo que han tenido que regresar al estricto confinamiento, hay lugares que se creen inmunes al virus, al igual que la gente que asiste despreocupada, como los cientos de personas que acudieron a un club campestre a un torneo de pádel, y pese a que se les pidió discreción, los reportes de los vecinos fueron mayores, hasta que lograron que fuera cerrado por inspectores y los pusieran a pagar la correspondiente multa. Por cierto, lo que se ha vuelto una práctica recurrente es correr apuestas sobre los "jugadores profesionales" de este tipo de "fiestas fifís" donde se pondera más el consumo de alcohol que el deporte; incluso dicen los representantes de la Asociación Nacional de Pádel que estuvieron presentes en el evento que no se llevaron la mejor impresión al ver cómo no se acataban las disposiciones obligadas por las autoridades de salud. Y las lenguas viperinas se preguntan si, ahora que viene el Torneo de Pádel que promueve el Gobierno del Estado, las autoridades de inspección serán igual de estrictas para exigir el cumplimiento de las normas sanitarias.
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Luego de que la violencia que azotó a la región durante varios años hizo que la discreción fuera un modus vivendi entre nuestros habitantes, parece ser que la vieja moda de presumir "guarros" hasta para ir al baño está volviendo a tomar las calles, las plazas comerciales, los restaurantes y hasta los supermercados. A decir de los vecinos de ciertos corredores etílicos de la ciudad, de nada ha servido el reporte de hombres armados que se estacionan donde quieren y como quieren bajo el pretexto de ser del equipo de seguridad de alguien; de nada han servido los reportes a las policías municipales y estatales, quienes no más se echan la bolita al momento de hacerle un llamado de atención a los escoltas armados. Hace tan solo unos días una ciudadana reportó a través de las inestables redes sociales el caso de un escolta armado hasta los dientes haciendo el mandado de sus patrones, y cuando la ciudadana le dijo que por protocolos en estos lugares no debía haber personas armadas, este se volteó con cara de pocos amigos y le dijo: "denuncie a ver cómo le va". Y es que ya cuando hasta la policía les tiene miedo los "guaruras", la cosa está mal.
